lunes, 30 de enero de 2012

Lo que los jóvenes deben conocer...
y los viejos debemos recordar (II)

El post anterior recibió una opinión de Anónimo o Anónima, y creo que tiene razón el oculto personaje, esto no es sólo lo que los jóvenes deben saber, también es lo que los viejos debemos recordar, de allí el cambio en el título de este post.

Los métodos de investigación de los cuerpos de seguridad (Policía Nacional, Guardia Nacional, Policía de Hacienda y Policía de Aduanas) eran altamente efectivos, y los métodos eran tan conocidos que para ahorrar tiempo los voy a mencionar con un chiste:

Su Santidad Juan Pablo II visita El Salvador, y sin saber como, pierde el anillo papal. De inmediato las altas autoridades del país son informadas y el presidente ordena a la Guardia Nacional que dirija la investigación. Media hora más tarde el jefe de protocolo de Su Santidad informa a la Presidencia de la República, que el anillo fue encontrado: accidentalmente se había caído en la habitación de Su Santidad; agradece el interés y pide disculpas por el malentendido causado por la prisa con la que informaron sin tomarse el tiempo de revisar bien la habitación. La presidencia informa al director de la Guardia Nacional la novedad, indicándole que ya no investiguen, la respuesta del director de la guardia es: “Mi general que pena, ya teníamos a dos que habían confesado el robo, un tercero que lo había vendido y el cuarto estaba por confesar que lo había comprado y que para evitar ser capturado, lo había fundido, ¡Ya solo nos faltaba el oro fundido!”.

A mi preocupan estos métodos de investigación y otros, que no implican torturas, pero que ya se dieron, al menos acusaciones en la PNC, como el fraude o plantación de pruebas y eso es una cosa que no debe repetirse nunca más.

La Policía Nacional Civil tiene capacidad para hacer las investigaciones de manera científica, y si no es suficiente, pues allí habrá que crear músculo. La PNC debe capturar a los responsables de tanto crimen, para eso les pagamos, pero debe capturar a los verdaderos responsables.

Me preocupa cuando se capturan a los primeros que se encuentran sospechosos y sin mayores investigaciones se llevan ante un juez, me preocupa porque es un desperdicio de recursos; porque si el juez sabe su trabajo, los tendrá que dejar libres por debilidad en las pruebas o simplemente por falta de ellas y luego, lejos de que los salvadoreños tengamos un sistema coercitivo decente, confiable, transparente y efectivo, tendremos un show en el que las diferentes partes: PNC, jueces, fiscales, se echarán culpas burlándose en la práctica del dolor de las víctimas de estos delincuentes.

El no hacer su trabajo bien hecho, convierte a los órganos investigadores en cómplices de la impunidad que existe en la actualidad y que ha sido señalado por muchas personas e instituciones. Y el riesgo de que esto se vuelva la regla, es mayor, cuando lo que se crean son subsistemas a la medida de quien dirige, de manera que los fiscales, los jueces, los policías y hasta los defensores, obedezcan a una sola cabeza. Bajo el pretexto de la unidad contra la delincuencia, no deberíamos volvernos cómplices de una práctica no ética, como la de crear pruebas y acusar a inocentes, solo para justificar el salario.

domingo, 29 de enero de 2012

Lo que los jóvenes deben conocer (I)


"Paratiay" Era una expresión común en la década de los 70 e incluso en los 80, te la decían los “cuerpos de seguridad” (Guardia Nacional, Policía de Hacienda, Policía Nacional, Policía de Aduanas), y eso significaba, en esa época, el inicio de problemas. Podrías ir simplemente caminando, pero si ellos te veían “sospechoso” te detenían. Ahora bien, sospechoso para ellos era que tu tuvieras el pelo largo o usaras pantalón campana, o peor aún si eras joven, no usabas uniforme de colegio y llevabas libros bajo el brazo o un maletín colgado del hombro o bolsa de cualquier tipo en tus manos. Pero sobre todo (y era lo más delicado) si, simplemente te les cruzaste, cuando explotaban de las ganas de arruinarle la vida a alguien.

El “Paratiay” tenía implícito varias acciones de tu parte:
  1. Subir los brazos, porque te iban a registrar, y tenías que demostrar total sumisión. Te sacaban las bolsas del pantalón, te hacían que vaciaras tu bolsón, maletín o cualquier bolsa que llevaras, para ver si “no llevas drogas” y dependiendo del lugar, de la hora del día y de que tan mal los hubiera tratado la vida, podrían hacer un registro más minucioso. Si te hallaban droga o un papel sospechoso (ver numeral 3), de inmediato pasabas a categoría de guerrillero.

  2. Revisión mental de que portabas la Cédula de Identidad Personal (CIP) el equivalente del DUI actual. Es que si no la cargabas, inmediatamente eras sospechoso de ser guerrillero y como estabas en la clandestinidad no tenías documentos. Después se enteraron que la guerrilla tenía sus propias imprentas o proveedores de documentos y entonces ya no bastaba que exhibieras la cédula con tu foto, sino que además tenías que poderte el número, fecha y lugar de expedición, dirección de tu casa, es decir que tenías que poderte de memoria todos los datos que allí estaban, porque si no te podías un dato, era sinónimo de que la habías robado o que era falsa y que eras guerrillero.

  3. Si estudiabas en la Universidad o un Instituto Nacional, rogar que todo papel de propaganda que te hubieran entregado (de cualquier organización político –militar, asociación estudiantil, sindicato, asociación campesina, de mujeres, de lo que fuera, incluso religiosa) lo hubieras botado, porque si te lo encontraban en el medio de tus cuadernos o de un libro, de inmediato pasabas a ser difusor de doctrinas anárquicas, prohibidas por la Constitución y por tanto eras guerrillero.

  4. Repaso mental inmediato de que no cargabas ningún libro que incluyeran en su título palabras como filosofía o sociología porque esas eran las materias que estudiaban los comunistas. Si los cargabas, eras guerrillero.

  5. Y finalmente pedirle a Dios (si creías en él), que te salvara de caerle mal a alguno de los que te habían detenido, porque si Dios no te protegía, automáticamente eras guerrillero.

El "Paratiay" era la muestra del total dominio que tenían los “cuerpos de seguridad” sobre tu vida. Ser joven era un delito, porque los jóvenes siempre “andaban metidos en babosadas” y esas babosadas estaban relacionadas con la aspiración de construir un país mejor.

El “Paratiay” era la señal de que tenías rasgos de enemigo de ellos.

Al final, para ellos todos éramos enemigos. Los “cuerpos de seguridad” eran una rama más del ejército y actuaban como tal, y por tanto para ellos la clasificación social era simple: civiles y militares, los civiles éramos entonces sus enemigos, los "comunistas" y los militares "los defensores de la patria, la cultura occidental etc. etc.".

Los “cuerpos de seguridad”, tenían entre sus tareas, además de las de “seguridad ciudadana” las siguientes:

  1. Garantizaban en todas las elecciones, que el candidato oficial ganara.

  2. Garantizaban que ningún sindicato hiciera huelgas, y si las hacían, se aseguraban que terminaran pronto, capturando, torturando y expulsando del país a los dirigentes de la misma, podrían desaparecerlos temporal o permanentemente, en el primer caso simplemente desaparecían (mientras los torturaban) y en una semana o dos, los presentaban a la prensa capturados por ebrios escandalosos o hurto o cualquier otro delito. en el segundo, nadie volvía a saber de ellos.

  3. Garantizaban que durante las cosechas (caña, algodón, café), o en cualquier otro tiempo, los campesinos no se atrevieran a solicitar una mínima mejora en sus condiciones de vida.

  4. Garantizaban la seguridad del Estado (y la continuidad del gobierno de la dictadura militar), mediante métodos tradicionales y comunes en la mayor parte de Latinoamerica: captura ilegal, tortura, desaparición y homicidio de los ciudadanos que no se sometían a la dictadura, obreros, campesinos, estudiantes, amas de casa, profesionales… cualquier que se atreviera a criticar al gobierno o al presidente, era silenciado y expulsado del país o silenciado permanentemente.

Por eso los Acuerdos de Paz, incluyeron la creación de una Policía Nacional Civil (PNC), para evitar que en el futuro, la seguridad pública, con el pretexto de la “seguridad nacional” se convirtiera en otro “cuerpo de seguridad”. Por eso es importante que los jóvenes, que no vivieron esta época, la conozcan, para que comprendan la importancia que tiene que la PNC se mantenga de acuerdo a lo que establece la “Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil de El Salvador” y de la importancia que todos los ciudadanos nos mantengamos vigilantes porque esa ley no se vaya a modificar para quitarle la responsabilidad de ser una fuerza civil, respetuosa de los derechos humanos (incluso de los delincuentes) y garante de la vida y bienes de todos los salvadoreños.


sábado, 28 de enero de 2012

Entrevista al Gral. Munguía Payés en "El Faro"



Leo la entrevista que hce El Faro al General Munguía Payes y, al finalizar no puedo evitar pensar en varias cosas:
  1. Dice el General que la Policía Nacional Civil (PNC) y el Ejército, capturan 220 mareros diarios, y con las reformas que harán en la legislación y la creación del subsistema que propone, los van a enjuiciar rapidamente; digamos que la PNC se vuelve eficiente y certera, y el 70 por ciento de estos capturados resulte culpable, quiere decir que en un mes laboral, de 22 días habrá 3,388 nuevos habitantes en las cárceles del país. En un año esta cantidad será de 40,656 personas (mareros pero personas al fin de cuentas). Con esto se va a reducir 30% de homicidios diarios. Si el común ciudadano maneja que son 12 ciudadanos los que son asesinados diariamente, diríamos que el 30% es 4 personas por día; 120 en un mes de 30 días, porque los homicidios no descansan, en total 1,440 en un año. Es decir el ya colapsado sistema penal deberá recibir 40,656 personas en la cárcel (además de las que ya están prisioneras) para evitar 1,440 muertes. Sin duda evitar una muerte es valioso y es obligación del Estado hacerlo, por eso mismo pregunto: ¿Donde esta la eficiencia y la economía del plan del Sr. Ministro? Ahora bien, se hace evidente que este proceso convertirá en buen negocio la creación y administración de cárceles privadas.

  2. El general declara: "Yo he hablado con algunos agentes y ellos se quejan de que tenemos leyes inadecuadas, de que las organizaciones de derechos humanos se han convertido en una espada de Damocles y la Inspectoría los tiene bien apretados"... "'Cuando tenemos un enfrentamiento o hacemos un procedimiento y sale muerto o herido un pandillero, o un delincuente, a nosotros nos cesan. Somos recluidos'. Así que piensan que lo mejor es no participar en procedimientos, esperar que el día pase". Disculpe General, esas "apretadas" fueron necesarias luego de que la historia nos enseñó que cuando usted deja sin contro, sin supervisión, a un sujeto al que se le denomina autoridad y le da armas para ejercer represión, éstos tienden a volverse prepotentes, torturadores y violadores de derechos humanos. Por eso mismo la seguridad ciudadana se quitó, mediante los Acuerdos de Paz, de la sombra del Ejército y se ha buscado su profesionalización.

  3. Y sigue el general: "Digo que así perciben algunos de ellos el sistema. Y yo lo que les he dicho es: 'Nosotros les vamos a respaldar si ustedes, en el cumplimiento de su misión, hieren o lastiman a alguien, ¡porque eso es normal!, y nosotros los vamos a proteger'. Obviamente eso no quiere decir que vaya a haber abusos o se irrespeten los derechos humanos. Hay que trazar bien las fronteras. Pero trabajaremos para que las leyes den a los policías las facultades y los instrumentos que necesitan para ser efectivos. Y que ellos tengan la iniciativa de participar en los operativos, porque esa es su misión. Y si hay algún incidente, van a estar protegidos por la ley para que la Policía sea más efectiva y no tema participar en procedimientos" Que bueno que se van a colocar "fronteras", porque (disculpe la franqueza), usted no es quien para proteger de palabras los abusos de ningún agente: no pierda de vista el Artículo 6, inciso tercero de la "Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil de El Salvador" "Art. 6... La Asamblea Legislativa podrá recomendar al Presidente de la República la destitución del Director General, siendo vinculante cuando sea por causa de graves violaciones a los derechos humanos, según lo establecido en el ordinal 37° del Art. 131 de la Constitución." Y el Art´. 13, numeral 4 de la "Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil de El Salvador", establece claramente que si algún policía le cree que lo va a proteger de palabras, está muy mal: "Art. 13. En el ejercicio de la función policial, los miembros de la PNC estarán sometidos al siguiente Código de Conducta: ... 4. No podrán infligir, instigar o tolerar ningún acto de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, ni podrán invocar la orden de un superior o circunstancias especiales, como estado de guerra o amenaza de guerra, amenaza a la seguridad nacional, inestabilidad política interna, o cualquier otra emergencia pública, como justificación de la tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes;" Eso incluye balear o golpear detenidos ¿verdad, general?

  4. mas adelante "Ya me vas a hablar de la militarización, jajaja. ¡Cómo es la gente! Hablas de disciplina, de orden y de espíritu de cuerpo y piensan que eso es militarizar. Cualquier empresa hace eso, ¿no?" Ciertamente general Payés, cualquier empresa lo hace y generalmente tiene un componente de secretismo, de ocultamiento, de "esto es interno y aquí se queda". Ahora bien en términos militares el Espíritu de cuerpo es interpretado de otra manera. La Guardia Nacional tenía espíritu de cuerpo, por ello todo guardia nacional era cómplice silencioso (aun cuando no participara directamente) de las torturas que se aplicaban a los prisioneros políticos en sus cuarteles. El espíritu de cuerpo también es aceptar la órdenes sin discutir. Ojo señor General, los Acuerdos de Paz" establecen en el "Capítulo II - Policía Nacional Civil"; numeral 2 Doctrina; literales D, E, F, G, y H la doctrina de la PNC y esta no incluye la complicidad en violaciones a los derechos humanos y/o leyes de la República. y lo reafirma la "Ley Orgánica de la Policía Nacional Civil de El Salvador" en el Capítulo IV "Código de Conducta".

A mi, General Munguía Payés siempre me pareció un militar diferente, inteligente y con posiciones no totalmente alineadas con la ultraderecha militar, pero era militar, y eso no lo degrada, pero sí lo ubica en una posición, con cierta conducta, con ciertas costumbres y creencias. Ojalá no nos vaya a defraudar y quiera repetir la historia que ya vimos en otros países, o peor aun, la represión que ya vivimos en El Salvador y que únicamente sirvió para crear una guerra a finales de los 70 o para aumentar el número de jóvenes metidos en pandillas en los últimos 20 años, como dice su Jefe.


lunes, 23 de enero de 2012

Y usted a que juega (III)


Ja, ja, que buen chiste, hoy usted ha eliminado el derecho Constitucional de Ochoras para decir lo que piensa, y lo hizo exactamente con el mismo método que empleaban los gobiernos del PCN o de los 20 años que tanto ha criticado y en los que tanto se ha apoyado para cubrir la incapacidad de alguno de los que le acompañan en esta aventura, ¿cuál método?: el hambre.

Resulta que si Ochoras se rebela, se queda sin la pensionsita, se queda sin los beneficios. Igual que la dictadura: "Te estás calladito y quietecito o te echo del trabajo".

Ja, ja, ja, es que realmente da risa, pensar que una vez hizo ese show de que tuvo "el valor suficiente" para decir antes que lo sacaran del aire, que la empresa le había negado no se que cosa, y luego la campaña de su doña, que el compañero Mouris(sufrido y reprimido, etc., etc.) y entonces la gente se la creyó. Nadie defendería la libertad de expresión más que usted. Porque usted había sido reprimido.

Ja, ja, ja, es que me causa gracias, realmente. Su inteligencia ha sido evidenciada y me encanta la expresión con la que lo dice, el descaro con el que lo afirma, la sonrisa de "pícaro" (como dirían las viejitas de mi pueblo) con la que lo hace.

Bueno veamos como sigue esta novela inédita.

Lo bonito de todo esto es que se está evidenciando la calidad de los "izquierdistas" que se quedaron con la histórica marca y la han convertido en partido polìtico, que les sirve para proteger sus enormes intereses económicos, tarea que los tiene tan entretenidos que no se ha dado cuenta que usted ya tiene su candidato presidencial.

Mientras ellos acumulas millones de dòlares, usted, acumula la base tradicional a través de promesas, ganguerías, y abusando (usted) de la urgente necesidad que tienen de justicia y alimento (la base tradicional).

Lo del partido, ese mal necesario que establece la Constituciòn para ser presidente, se arregla luego: con el candidato ganador cualquier partido se convence (ya lo demostró usted), o hasta se puede construir uno rápidamente, con la firma de todos los que a empezó a convocar (o embrocar) y la "negociación" de beneficios y favores de los ya existentes para que lo aprueben.

Crear ese candidato ganador es la tarea actual, para ello le està dando todos los recursos, aun cuando eso sea hacer lo que fue impensable en estos 20 años pasados: militarizar la seguridad pùblica.


domingo, 22 de enero de 2012

A 28 años de iniciada una historia

Hoy al levantarme me hago la misma pregunta que te hicieron todos mis amigos cuando te conocieron “¿Cómo se casó con él?”, somos tan diferentes.

Veintiocho años después tenemos en común una vida, dos hijos, una casa que todavía debemos, un pijo de sueños que no hemos realizado y un poco más de tiempo por delante que no sabemos cuánto será.

Tu sabes que a los 15 años yo estaba convencido de que moriría antes de los 40, la dictadura golpeaba tan fuerte y tan cerca, y mi convicción de permanecer luchando contra ella era tal, que no me llamaba a engaño. A los 22 me largué decepcionado, lleno de temores, frustración y otras cosas negativas... a los 25 te encontré y empezó el incansable trabajo que has hecho por convertirme en un ser humano. Te debo tanto.

Hay tanta historia tras nosotros, tantos eventos que nos han hecho conocernos mejor, desde los más tristes como los terremotos, hasta los más alegres como el nacimiento de nuestros hijos. Desde las enfermedades de ellos, hasta la alegría de verlos que poco a poco van cumpliendo sus metas, madurando y haciendo su vida propia.

No hay duda, estoy en el lugar correcto y a pesar de las diferencias que como humanos tenemos, siempre existirá tu entrega, tu tolerancia, tu paciencia, tu amor sin duda. De mi parte… ¿Qué ofrecer? El compromiso de reconstruir lo que hemos perdido por la rutina, por el trabajo, por el estudio, por las ocupaciones siempre fuera de casa…

Tu nunca permitiste que muriera el amor, y hoy, como dice Marcos Vidal, aun cuando me conoces, todavía estas aquí, y eso, yo también sospecho que es amor. Feliz cumpleaños, Feliz Aniversario y a reconstruir lo que hayamos descuidado para que el amor dure por siempre, ese es hoy mi compromiso hacia el futuro. Gracias por todo Juanita.


jueves, 19 de enero de 2012

Impermeables a la realidad


La frase la escuché este día en un programa de la Radio YSUCA, la dijo Salvador Samayoa (a quien no conozco, más que por los medios), y se refiere a que existen algunos salvadoreños que son impermeables a la realidad, son aquellos que ignoran los datos de la realidad que rodean la vida diaria, que están presentes... "la realidad debe adaptarse a lo que yo creo, sino peor para la realidad" piensan los que son impermeables a la realidad.

Y me llama la atención la certeza de la frase, cuánta gente es impermeable a la realidad, lo más tristes es que muchos de ellos son los que por hoy deciden el futuro que tendremos en el corto y mediano plazo.


martes, 17 de enero de 2012

¿Y usted a qué juega?


La verdad usted es un caso interesante, fíjese: Llegó a donde está por sus amigos, pero esos amigos ya no son sus amigos, ahora sus amigos son otros y los que eran sus amigos, imagino que no lo pueden dejar, porque ni modo ya se untaron y se la aguantan.

Lo eligieron porque creyeron que iba a ser fácil manejarlo, pero (vaya al menos eso fue bueno) se ha comportado como macho sin dueño, y ha agarrado el slogan de los otros, solo que lo cambio un poco “primero yo, segundo yo, tercero yo”, ja, ja y los otros también se la aguantan.

Convocó (o embrocó) a los que como me comentaba un compañero, fueron insertados a la pobreza luego de los acuerdos de paz, y allí los dejaron, porque al final, durante 10 años o más fueron parte de un proyecto militar que les enseñó a obedecer, a no cuestionar, y al final fueron víctimas de los que debieron haberlos educado para ser entes pensantes, masa crítica, y ni modo, estaban tan seditas que así se fueron quedando. Por cierto que “chivas va vos” las camisetías con las que las que los uniformó. ¿Inicia un nuevo partido político o un “movimiento social?

Y encima se fue a echar unas lagrimitas al aire con el que convenció a los que hambrientos de justicia, creen en cualquier que les llegue y les brinde la mano, y como son gente sencilla, de esa que nunca ha tenido nada más que la vida, pues se la creen y se les olvida echar una mirada en la mano que deja atrás. Solo ven la mano extendida, la esperanza de que al fin tendrán justicia.

El rollo es que la justicia debe ser pareja, y allí si está algo jodido (disculpe la expresión), porque usted no sabe, pero “en de repente” en una investigación honesta, surge que no todos los descabezados fueron producto de las escuadrones. En fin hay la mitad del camino para tratar de adivinar a qué juega usted. Pero a mí se me hace que al rato se queda sin amigos… Aunque eso la verdad no es tan importante, sobre todo si con Brasil no tenemos tratados de extradición.


lunes, 16 de enero de 2012

Yo que usted, pensara un poco más (segunda)


Yo le he contado que mi madre, que apenas si curso segundo grado, me enseñó que hay cosas que son sagradas, el dolor ajeno es uno de ellos. Fíjese que era tan estricta que cuando un vecino moría (en aquella época en que era un niño de escuela básica, la gente moría de muerte natural, no como hoy que cuenta con tanta ayuda), de inmediato prohibía juegos, gritos, saltos, carreras y por supuesto ordenaba que se mantuviera apagado el radio. El dolor había que respetarlo, así fuera en la última pieza del enorme mesón en el que vivíamos, el silencio se debía mantener porque el dolor ajeno había que respetarlo.

Cuando fui adolescente, me metí en problemas "en babosadas" como decían los viejos de entonces y resulta que el dolor se fue haciendo más duro, porque los amigos en el clandestinaje empezaron a desaparecer, a irse...

Entendí que había que manejar el dolor como una parte normal de la vida, casi lo logro, pero me pasó lo peor: me encontré con la primera mamá que tenía un hijo desaparecido y ese hijo era un joven con el que más de alguna vez hemos de haber compartido juegos, porque vivimos en la misma casa, porque nuestros padres eran amigos y porque sus padres fueron especialmente solidarios con los míos. Y entonces vi los ojos tristes de esa madre y la pregunta de siempre sin tener necesidad de hacerla: "¿Porque Andy?" y entonces el respeto se volvió... no sé... no se si hay una palabra mayor para respeto, ¿tal vez sumo respeto?

A medida el tiempo avanzó, fueron más y más, hombres y mujeres, quienes indefensos emitían solo ruidos de dolor, mientras la dictadura en sus mazmorras a veces a flor de tierra, trataba de arrancarles nombres, direcciones, datos, puntos de reunión... cualquier cosa que les sirviera para identificar al resto de los que como los torturados, eran capaces de soñar con un mundo diferente. Ese dolor, no se respetaba solo porque mi madre me enseñó a respetar el dolor ajeno, sino porque se había ganado ese enorme respeto...

Y entonces me recuerdo de un maistro que era médico y argentino, barbudo y "loco" y que decía aquello de que "endurecerse siempre, perder la ternura jamás" y es que suena raro va!, pero así era... aprendí que el dolor ajeno, provocado por una guerra contra cualquier dictadura se respeta, porque lo han ganado los que lo padecen, porque lo merecen sus familiares... y el dolor que se provoca en los civiles indefensos es todavía más sagrado... se respeta más...

No crea, yo se lo que es llorar ese dolor... un 8 de octubre, un primero de mayo, un cumpleaños, un buen día escuchando música... las lágimas no llegan para ganar votos, simpatías o puntos en las encuestas, sino porque me doy cuenta, cuando recuerdo a mis hermanos y hermanas desaparecidos y/o asesinados, cuánto les admiro, y espero que ellos, donde sea que estén, sepan que les agradezco su silencio, que respeto el dolor que padecieron y que, en la distancia, soy solidario con el dolor que padecen sus familias... a las que muchas veces incluso ni conocí.

Por eso yo le dijera a usted que pensara un poco más... el dolor ajeno se respeta...

yo que usted, pensara un poco más (primera)



jueves, 12 de enero de 2012

Y a pesar de todo, quiero que se vayan...

Yo ya he contado qué pasó la noche que se firmó la paz.
Pero hoy me dan ganas de hablar de eso, y repetir la historia:

El mejor fin de año de mi vida, fue el 31 de diciembre de 1991, cuando luego de las 12 de la medianoche y luego de la reventazón de cohetes, salimos y nos abrazos con los vecinos.

Entramos de nuevo a la casa y me senté a seguir viendo televisión, porque no cerraba transmisión, yo aun tenía la leve esperanza de que Mario no se hubiera equivocado, que la paz iba.

En el medio de la decepción, en la televisión inició La Danza del Sable de Khachaturian, el tema de Teleprensa de El Salvador, la presentadora hace la introducción y se conecta por teléfono con el periodista que tienen en Nueva York, y la frase "Se firma la paz en El Salvador" o "Se acaba la guerra en El Salvador", que se yo, como lo dijo, pero eso fue lo que dijo y entonces pensé: "¡Qué lindo, ya no me voy a tener que ir de la Patria!"

Me levanté, abracé y besé a mi esposa, me fui a los cuartos en los que dormían mis hijos y le di un beso a cada uno. Y me fui a dormir.

Para mí abandonar la patria era el acto más triste que cualquier ser humano pueda tener y no es patrioterismo, pero la realidad es que solo en tu territorio te sentís parte de algo, no te sentís intruso, no te sentís relegado, no sentís el racismo.

Aun recuerdo cuando se dio el canje de la hija del Presidente Duarte y varios alcaldes secuestrados por el FMLN por los guerrilleros detenidos y la salida de los lisiados hacia Cuba y recuerdo cuando alguien me comentó que algunos de ellos subían llorando al avión. ¿Absurdo no? iba a clínicas a rehabilitarse a vivir sin la aflicción de los desembarcos y enfrentamientos en el campo de batalla, pero iban llorando.

Y al escribir esto pienso que tiene razón mi hija: "Por qué queres que nos vayamos si vos nos enseñaste a amar este país"... y sin embargo, quiero que se vayan...


martes, 10 de enero de 2012

Calidad educativa, esperanza para El Salvador

Prof. Salvador Sánchez Cerén
Foto MINED

El ministro de Educación, Prof. Salvador Sánchez Cerén, al informar que las clases iniciarán el 23 de enero, estableció un compromiso esperanzador: este año, una de las mayores preocupaciones del Ministerio que dirige, será la calidad educativa.

Ojalá así sea. El Salvador requiere que se preste atención a un problema tan serio como es la baja calidad educativa. Nuestro país no puede seguirse dando el lujo de tener maestros en las universidades que dan clases a sus alumnos con errores ortográficos en las pizarras, en las presentaciones y cualquier otro recurso de enseñanza que utilicen.

Menos aun, puede darse el lujo de tener como docentes en los niveles básicos, a personas incapaces de formar en niños y niñas que les son encomendados, métodos básicos de estudio, capacidad de investigación, interpretación, hábito de lectura...

No se puedan seguir formando ciudadanos mediocres, incapaces de pensar por sí mismos, víctimas fáciles de los engaños no sólo por internet, sino también desde los partidos políticos. El Salvador no puede darse ese lujo.

El ciudadano salvadoreño se ha ganado el derecho a ser formado como tal, a tener su propio pensamiento, a discutir con argumentos eliminando la violencia de su vida diaria y transitando hacia una sociedad con mayor desarrollo intelectual, técnico, profesional en general, pero especialmente con más desarrollo humano.

El ciudadano salvadoreño debe conocer sus deberes, pero también sus derechos. La escuela de calidad es una buena oportunidad. Ojalá sea un compromiso cimentado sobre la experiencia que como docente tuvo el profesor Sanchéz Cerén, ojalá se base en el compromiso que tuvieron los maestros normalistas de antaño, lejos de muchos maestros actuales que tienen como máximo sueño, poder cobrar en sus casas, sin siquiera asistir a los centros educativos a fingir que enseñan lo que jamás aprendieron, empezando por valores, esos que sus chicos y chicas aprenden de lo que le ven hacer diariamente.

Es necesario sacudir el sistema educativo, lo merecen todos los salvadoreños que sueñan un día poder superar la pobreza en la que viven. La educación es una excelente alternativa para poder hacerlo, yo lo sé perfectamente.



lunes, 9 de enero de 2012

Inicia la campaña electoral


Foto del TSE


A las cero horas del 10 de enero (vaya fecha), inicia oficialmente la campaña electoral, y digo oficialmente, porque todos sabemos que la inoficial, la permanente, la que les permite a los candiatos, que son funcionarios, gastarse el dinero de los contribuyentes en autopromociones medio asolapadas, ha iniciado desde hace muchos meses atrás.

La campaña sin duda acudirá, tanto en los de izquierda como en los de derecha, tanto en los de arriba, como en los de abajo, al culto a la personalidad.

La campaña de la mayoría de candidatos hará "ponderación excesiva de sus méritos reales" para convencernos que es la mejor opción, ya sea porque es gente de trabajo o un sacrificado dirigente que deja de comer para acompañar a las masas hambrientas en la lucha por sus justas reinvidicaciones, todos los políticos tradicionales, buscarán seguirse alimentando con el salario que les cancelamos para que se preocupen de darnos una mejor vida a todos, no sólo a ellos.

Con esta situación reinando, no puedo evitar pensar que al final (como siempre), la realidad terminará imponiéndose. Los políticos tradicionales lo que hacen, es matar el sistema electoral, desprestigiar el parlamentarismo, facilitar el ascenso de los que, aun en sombras, trabajan para asumir como verdaderas alternativas de solución a las necesidades que por años, no han sido capaces de resolver los políticos tradicionales.

El hambre de poder y dinero fácilmente obtenido, ha cegado a los políticos tradicionales y no se han dado cuenta que están matando a la gallina que les brinda los huevos de oro. Son incapaces de ver alrededor y darse cuenta de ejemplos en el Sur o en el mismo Centro de la América, la gente tiene hambre y sed, no sólo de justicia, sino también de comida y agua; del respeto mínimo de tener un empleo que permita llevar el alimento con dignidad al hogar; de convivir como familias, en lugar de arriesgarse a un viaje tan largo que puede ser hacia la muerte buscando el "sueño americano" que se les ha negado en la Patria... Me parece que la gente se está desesperando.

Los políticos tradicionales no pueden calmar esa desesperación porque ni siquiera la conocen. Con esas realidad, vamos de nuevo a una campaña política oficial que inicia a las cero horas del 10 de enero.


domingo, 8 de enero de 2012

"No se necesita valor para
hacer lo único que se necesita hacer"


Foto de una escena de la película "Las uvas de la ira"

La frase título de este post, es dicha por el jefe del Clan Joad, en la última gasolinera antes de cruzar el desierto en un destartalado camión, en su camino hacia California, desde Oklahoma.

La familia Joad es la protagonista de la película “las uvas de la ira”, basada en la novela del mismo nombre, escrita por John Steinbeck .

La gran crisis financiera mundial de 1929, no fue un golpe exclusivo en la bolsa de valores de Nueva York. La familia Joad es una típica familia granjera de Oklahoma, que pierde todo por la crisis. Las "Iras de la uva" es un drama que deberíamos ver, porque nos permitirá evidenciar algo: la explotación descarada no es privilegio de algunos ambiciosos riquillos en el Tercer Mundo, los Estados Unidos también la tuvieron, se evidencia en el trato inhumano que reciben los Joad y sus similares, que caídos en desgracia por la crisis, se convierten en errantes dentro de su mismo país, siguiendo las cosechas, buscando que les paguen un salario mínimo justo, en tanto los propietarios se aprovechan de la alta oferta de braceros pagando salarios que no alcanzan ni para el alimento diario, en tanto los obligan a comprar en las tiendas de los campamentos, con precios altos impuestos por el propietario (¿recuerda las fichas en nuestras fincas?)

El trato es de bestias de carga, la represión contra los que se atreven a reclamar incluye los asesinatos impunes y las acusaciones (por “agitadores”) se multiplican gratuitamente. Nada nuevo si pensamos en nuestra historia reciente.

Pero la misma película muestra la intervención del Estado, al crear campamentos para estos ciudadanos, a quienes el hambre y el abuso de los bancos, los ha convertido en errantes y de cómo, la ambición de los propietarios de plantaciones que rodean esos campamentos, buscan generar acciones violentas para que sean cerrados y puedan seguir disponiendo de la mano de obra baratísima.

Ahora bien, también se puede ver como los braceros asumen la responsabilidad de mantener vivo el campamento, evitando que se den los desórdenes que los propietarios vecinos han buscado crear a través de sus matones. Es decir, los ciudadanos, aun en su desgracia, son capaces de defender, de apropiarse de lo que les es útil (en este caso el campamento).

He visto esta película, gracias a los beneficios del Internet, y les invito a que la vean, piensen, comparen contra nuestra realidad reciente y actual y al final, respaldemos las palabras del jefe del Clan Joad: "No se necesita valor para hacer lo único que se necesita hacer" y hagamos lo que El Salvador necesita que hagamos: lo convirtamos en un país para todos.


jueves, 5 de enero de 2012

"Conflicto en El Salvador"
Reflexión de Mario Larín



Por Mario Larín


Sin duda (ser parte del equipo que generó este documento) es un orgullo, no sólo por la idea, el logro y el resultado sino por el buen trabajo en equipo realizado.

Recuerdo que en el último mes del proyecto, Octubre, cuando ya hacían falta sólo unos dos meses de cronología (íbamos a una velocidad mayor a un mes por semana), me fui como 15 días a Japón y EUA y, a pesar de sentirme responsable del proyecto, cansado y decepcionado porque no me enviaron a New York ni a Chapultec, iba de lo más tranquilo porque todos se habían apropiado de él, o sea que todos eran dueños y lo sentían como suyo, tenía vida propia, el entusiasmo era tal en todos que el proyecto ya caminaba solo, iba a salir publicado por si mismo, de cualquier forma.

Orgullo más porque el conocimiento ahí consignado además está bien hecho, bien escrito, con buen estilo, no ha habido ni una aclaración que yo recuerde hasta el día de hoy, no han habido críticas al menos que yo las haya escuchado, y ha sido material de consulta desde que salió y lo sigue siendo para infinidad de estudios, artículos, análisis que se hacen en varias partes del mundo; es fuente de consulta y la gente que lo posee lo atesora, lo cuida y lo valora como a pocos libros. De hecho es el libro que más me han robado, por lo menos tres (hasta yo tuve que apropiarme de uno para quedarme al menos con una copia de la segunda impresión, porque los míos, como ya les dije, me los "clavaron").

Orgullo porque la técnica periodística utilizada fue la más correcta que se pudo escoger, le permitió destacarse por si mismo, explicarse, leerse fácilmente, atrapar al lector y gran parte de ello se debe además a que narramos la historia desde el punto de vista de las víctimas, los secuestrados, las familias de los desaparecidos, ahí no hay figuras ni líderes políticos, ni redactores que se roben el show.

Orgullo por su éxito comercial. No recuerdo cuántos números tuvieron los tirajes y si fueron más dos ó tres, pero la venta (20 colones el costo de cada ejemplar) fue un éxito (en LPG no se puede conseguir uno impreso ni teniendo los mejores contactos)

Orgullo sin prejuicios porque en algunas partes rehicimos lo escrito y eso permitió dejar constancia por parte de La Prensa Gráfica, una institución con credibilidad y fuerza política, de la verdad ocurrida y a nosotros de descubrir con más claridad cómo funcionaba la autocensura o censura de las élites que controlan los medios.

A mi, en lo personal, me permitió darme cuenta de la realidad que me había sido negada a través de mi educación y desinformación mediática, tomando conciencia de mi rol y papel como ciudadano y periodista dentro de la sociedad salvadoreña. Reconozco y agradezco al Creador que haya puesto a mi alrededor a personas como Leonel y Carlos, que conocían más que cualquiera la verdad desde la experiencia y que supieron guiar objetivamente el trabajo para que tuviera la solidez y credibilidad que posee.

Hay que hacer notar que este equipo se formó desde la base de una relación de amistad y de encuentro que se había logrado entre personas de diferentes departamentos que si bien coincidíamos en LPG, no se estructuró en razón de la divisón del trabajo, porque de haber sido así, entonces hubieran sido otros los que lo hubieran hecho y a saber conqué resultados.

Y no es que quiera escribir más que todos ni decir más ni hacer otro blog, pero la pasión con la que contó este trabajo por parte de todos fue algo especial que le dio vida y calidad, interés para el lector, y por ello es que se "vendió" por sí solo a la alta dirección y luego fue un producto de éxito.

Mis respetos para todos los participantes porque sin Uds. no hubieramos obtenidos ese "bono" ni hubieramos parido ese "libro" con el que todo hombre sueña hacer toda su vida, además de parir hijos y tirarse en paracaídas, manejar un ferrari y nadar entre tiburones.



"El Conflicto en El Salvador"
o El "Documento de la guerra en El Salvador"
(Parte IV y final)

Tanto el documento como la portada
son propiedad de La Prensa Gráfica

Las entrevistas no deberían presentar mayor problema, porque ya habíamos discutido quiénes podrían ser entrevistados, teníamos incluso un listado candidatos y candidatas. Pero caímos en cuenta que esto no sería suficiente, porque al leer lo que ya estaba escrito existían tantos elementos que más que dar claridad, podrían confundir al lector objetivo, que eran los jóvenes y los que aun no habían nacido.

Entonces decidimos hacer pequeños resúmenes sobre los diferentes temas. A esas alturas, ya el espacio era limitado y el tiempo nos apresuraba, porque esperábamos que el documento estuviera en la calle, antes de la firma de los Acuerdos de Paz que ya se veía venir.

Hicimos algunas entrevistas, una inolvidable fue la que hizo Mario a la madre de Manuel, ellos tenían un hijo, hermano desaparecido. La noche que escuchamos esa grabación, simplemente nos largamos a la casa, fue impactante, nos dejó el ánimo en el suelo.

La guerra causa tanto dolor, provocado por uno y otro bando y es lógico que el que tiene más recursos hace más desmanes, pero la guerra es una situación anormal en la que no existe misericordia, ni siquiera para los inocentes; por eso mismo sentimos la necesidad de hacer ese documento para que no se olvidara que la guerra es una locura, que no debería regresar, que es posible platicar, dialogar, ser más flexibles en las posiciones comprendiendo que todos estamos en el mismo barco, y que si hace agua nos hundimos todos.

Luego de un par de días de vacación para recuperar el ánimo, reiniciamos la redacción de lo que faltaba del documento: los resúmenes, allí tuvimos que evidenciar, lo que sabíamos, lo que habíamos vivido en la adolescencia.

El editorial del documento Mario recuerda haberlo solicitado a un escritor de primer nivel.

Las imágenes, según recuerda Antonio Herrera, tuvieron varios creadores: "Algunas imágenes de la portada, como la de la niña que sostiene la paloma sobre sus manos, la registré en una de las tantas marchas que pedían la paz en el país. La selección de fotos no fue fácil, pero mi trabajo previo en el laboratorio y archivo fotográfico (donde había laborado antes de ser fotoperiodista) me permitió hacer una selección bastante representativa de los hechos muchos de los cuales fueron registrados por los lentes de colegas como don Adrián Roberto Aldana, Mariano Galán, Flavio Villacorta y Guillermo Coto, entre otros".

El diseño del mismo, como ya antes mencioné correspondió a don Julio Munguía, a quien no pudimos contactar para que nos comentara sus recuerdos.

El documento finalmente quedó terminado, y se fue a imprenta, se vendió luego de la firma de los acuerdos de Paz y entiendo que se hizo más de una reimpresión. De hecho aun hoy día se puede adquirir en formato digital en La Prensa Gráfica.

Un día fuimos convocados por don José Alfredo Dutriz a una reunión en la que, nos agradeció el trabajo y nos entregó un bono, que según nos explicó era proporcional al tiempo y compromiso que había tenido cada uno en el proyecto. Estoy seguro que lo recibimos los cinco que iniciamos, y estoy seguro que no le entregaron a don Ramón Arqueros (con quien se disculpó don José Alfredo y se comprometió a reconocerlo posteriormente) ni a Toño Herrera (que ya se había retirado de la empresa), de don Julio Munguía si no recuerdo.

Nunca entre nosotros nos preocupamos de averiguar cuánto le correspondió a cada uno, porque sin obviar lo importante del agradecimiento verbal y económico que nos hizo La Prensa Gráfica, el que se hubiera tenido que hacer más de una impresión por la demanda que el documento tuvo, fue suficiente estímulo.

Estoy seguro que para Mario Larín, Leonel Hernández, Manuel Molina, Ricardo Vaquerano y este servidor, lo que realmente importaba era dejar huella, iniciamos un proyecto que al principio, como bromea Mario "estaba compartimentado", al tenerlo ya crecidito, logramos que fuera adoptado por la empresa y llegara a la calle. Creo que los cinco compartimos el sentimiento que Leonel tenía cada vez que tomaba una "colección" para digitar la información: "En mi mente siempre ha sonado la voz de SS Juan Pablo II, en el terreno donde hoy está Sertracen, 'Sed Artesanos de la Paz', cada libro de la 'colección' que tomaba y depuraba la información digitándola, era un ladrillo hacia la anhelada paz".

Ese fue nuestro aporta hace 20 años, y nuestro sueño sigue siendo que la justicia y la equidad, lleguen por la vía del diálogo para asegurar que la guerra, nunca más vuelva a este querido suelo.



"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Primera Parte

"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Segunda Parte

"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Tercera Parte

"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Cuarta Parte


miércoles, 4 de enero de 2012

"El Conflicto en El Salvador"
o El "Documento de la guerra en El Salvador"
(Parte III)

Imagen de La Prensa Gráfica

La realidad demostraría que el segundo problema no estaba totalmente resuelto, las colecciones de La Prensa Gráfica, eran tan sagradas y todos sabían el celo que Manuel Molina mantenía sobre ellas que de inmediato, el uso que hacíamos de las mismas, levantaron interrogantes, Leonel Hernández recuerda: "Una de las mayores responsabilidades era manipular los tomos de los periódicos empastados, 'las colecciones'. El personal que te miraba trabajando con este material se preguntaba que se estaba haciendo y era una incógnita que el terminar el tiro a las 4 de la mañana no saliera hacia mi casa como de costumbre, sino, que me quedaba hasta entrada la mañana digitando información copiada de las colecciones. No recuerdo la emisora que escuchaba, pero me hizo aficionado y disfrutaba al grupo alemán 'Scorpions', ya que tenían programado ese grupo a partir de las 4 de la mañana hasta las 6".

Obviando eso, trabajabamos digitando todo lo que nos era posible en las horas adicionales que le dedícabamos a este proyecto.

El proyecto "Cronología de la guerra en El Salvador" (como le llamamos en un principio), tendría elementos complementarios: entrevistas. Aquí, la experiencia de Mario Larín se impuso: "Lo de las entrevistas se planteó desde el inicio a partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, para denunciar los distintos tipos de violaciones a los derechos humanos que se habían hecho en el país, desde el punto de vista de las víctimas y para que no se volviera a repetir. Era un mensaje a las nuevas generaciones".

El problema es que para esto se requería invertir tiempo, y debería hacerse en horas laborales. Recuerdo que pospusimos el tema por unos días, mientras cada uno de los cinco que ya éramos el equipo digitamos diariamente la mayor cantidad de información que nos fuera posible, y así, día a día las colecciones se iban cambiando y avazábamos digitando mes tras mes, año tras año. Nos comentábamos y apoyábamos mutuamente en las dudas diariamente, pero el trabajo no se detenía y cada día, cada uno de nosotros invertía tres o cuatro horas adicionales al trabajo para digitar información.

Cuando el trabajo ya estaba bien avanzado (diría que el 75 por ciento del período de guerra estaba digitado) y las preguntas sobre el manejo de las colecciones se hicieron más frecuentes, decidimos que era necesario venderlo hacia los jefes y propietarios del periódico. El elegido fue Mario Larín "Recuerdo que se discutió cómo plantear el proyecto a don José Alfredo Dutriz para que lo financiara. En aquel momento contaba con su apoyo y se lo propuse, creo que fue él quien designa a don Ramón Arqueros para vuelva operativa la decisión".

Don Ramon Arqueros (quien falleció en 2011), era en ese momento, el jefe de Atex, la unidad que velaba por el sistema propietario que se utilizaba para editorial y clasificados, era un hombre de amplia experiencia en todas las áreas del periódico y además persona de confianza de don José Alfredo.

Aquí pagamos el precio de ser salvadoreños y no documentar todo lo que hacemos, porque lo que sigue es borroso, Leonel recuerda que: "una noche que llegué, estaban hablando con don Moncho (don Ramón Arqueros) acerca del trabajo que podría hacerse, para la firma, se hablo de un par de 'sábanas' (así se llamaban a las páginas dobles) que se insertarían con la 'tropa' de colaboradores que yo tenía en paquetería, para formar unas 16 páginas, y se empezó a llamar el 'Documento'. Creo que Don Moncho al ver lo grande del proyecto y la posibilidad de hacer algo más acabado, se lo 'vendió' a Don José, ya que estaba la Solna (una máquina impresora de cuatro colores recién adquirida por La Prensa Gráfica) iniciando su operación en 'Gráficos y Textos', y no había mucha demanda para ésta en ese momento". Allí fue la experiencia de don Ramón Arqueros la que se impuso y lo que en principio pensábamos como una cronología, que luego se volvió "el documento" se convirtió en "El Conflicto en El Salvador" el documento que La Prensa Gráfica ofreció a las futuras generaciones para que no olvidemos todo lo que sucedió.

Para entonces, nosotros teníamos más de 1000 páginas tamaño carta en Courier 10 puntos, con datos. Fue don Ramón Arqueros, quien tuvo la ardua tarea de reducir aquello a lo que se presentó finalmente en el documento.

Con don Ramón Arqueros como responsable del documento, el proyecto tomó vuelo y se volvió institucional, en coordinación con Mario Larín incorporan a Antonio Herrera como responsable de la selección fotográfica, Toño, lo recuerda así: "con el proyecto del documento en marcha, Mario Larín me involucra en la recopilación fotográfica que pudiera ilustrar los hechos más relevantes del conflicto armado, y de los cuales se contaba con algún registro fotográfico en el periódico. Así, nos dimos a la tarea de recopilar del archivo del periódico imágenes de distintas etapas y hechos del conflicto, incluyendo parte del material fotográfico que yo había registrado".

Adicionalmente don Ramón decide incluir a quien en ese momento es el mejor diseñador gráfico en La Prensa Gráfica: Don Julio Munguía.

Los cinco del equipo inicial finalizamos la digitación del 100% del material y pudimos relajarnos porque ya don Ramón se hace cargo del proyecto, y cuenta con el visto bueno de la Gerencia General (don José Alfredo). Podemos entonces iniciar la etapa de las entrevistas.

Mario Larín cuenta ya con el respaldo de don Rosalío Hernández Colorado (Q.E.P.D), jefe de Redacción del periódico, que le brinda como aporte a la investigación una caja llena de documentos que él había acumulado bajo su escritorio, gran sorpresa cuando de ella obtuvimos comunicados originales de los escuadrones de la muerte con los listados completos de las personas que serían asesinadas por "comunistas"; comunicados originales de acciones militares, secuestros y actividades políticas de los diferentes grupos guerrilleros, que habían sido enviados a la redacción del periódico, muchos de ellos, previos a la ofensiva final de 1981 y que él había ido acumulando bajo su escritorio.

Con el trabajo que habíamos realizado, los cinco nos sentíamos satisfechos, sin embargo teníamos sentimientos encontrados. Leonel recuerda que: “fue sorprendente ver la manipulación de las noticias. En especial cuando has perdido amigos de ambos bandos”; Mario por su lado recuerda que: "El desencanto me vino al constatar que muchas de las cosas que se escribieron no habían sucedido así, o no se cubrieron". Personalmente aun hoy recuerdo lo que se escribió sobre la masacre de "El Mozote" y cómo tomé (sin consultarlo con el equipo) la decisión de modificarlo para dejar al menos el testimonio de que algo había sucedido. En todo caso nuestro objetivo era dejar un documento que sirviera de base a futuras investigaciones y que permitiera a cualquier salvadoreño que lo leyera, tener una idea de la dura realidad del conflicto interno.

A pesar de todo, había satisfacción porque creo que todos compartíamos el sentimiento de Leonel Hernández: "Conforme me involucraba, pensaba que aunque nuestros nombres no figurarían en los créditos, había una huella que dejábamos, para que los hijos de mis hijos, pensaba, no volvieran a vivir la zozobra de una guerra. Que cada vida perdida en el conflicto valía la pena y habría que dar fruto". Nos sentíamos contentos, pero entonces, tuvimos que hacer las entrevistas…



"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Primera Parte

"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Segunda Parte

"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Tercera Parte

"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Cuarta Parte


martes, 3 de enero de 2012

"El Conflicto en El Salvador"
o El "Documento de la guerra en El Salvador"
(Parte II)

El primer problema se resolvió muy fácilmente Manuel Molina, de inmediato se dio cuenta de que el proyecto valía la pena y empezó a trabajar en una forma de proporcionarnos un mes de colección a cada uno de los que íbamos a participar en el proyecto, además se hizo parte del equipo, su función no sería solo la de proporcionar los medios, también estaría en todo el proyecto construyéndolo.

El segundo problema nos tomó un poco más de tiempo porque entre nosotros había diferencias, y eran lógicas partiendo de las procedencias de cada uno: Mario Larín era un periodista formado en la escuela de La Prensa Gráfica, que contradijo el statu quo, pero que, podemos verlo en su recuerdo, confiaba plenamente en el medio: "recuerdo haber discutido cómo se podría contar (la historia del conflicto) si a manera de reportaje interpretativo, de novela, de cronología, de entrevistas, de noticias, porque habían muchas formas y luego de razonar un poco más recuerdo que se decidió contar la historia como LPG (La Prensa Gráfica) la había constatado y que la mejor forma era ‘rescatar’ las mismas noticias y encabezados de LPG en orden cronológico". Más tarde, ésta concepción cambiaría.

Por mi parte, aun cuando siempre he creído que la lealtad mutua es indispensable en la relación laboral, trato de mantener capacidad crítica, análisis propio. Estaba convencido que nos íbamos a encontrar mucha información oficial (directamente emanada del Comité de Prensa de la Fuerza Armada o COPREFA), y que era necesario comprenderlo antes de empezar el trabajo así, definiendo el enfoque del trabajo, podríamos saber cómo enfrentar cada caso.

Leonel funcionaba más como un mediador y tenía la valiosa función de ir ajustando la realidad de los datos, que tanto Mario como yo aportábamos en cada plática, a partir de su propia experiencia.

En el medio de esta discusión, a medida solucionábamos los “problemitas”, comprendimos que Ricardo Saúl Vaquerano Tobar era un elemento que debería estar dentro del equipo, no sólo por su calidad en la gramática y ortografía, sino por su capacidad de análisis. En ese momento Saúl, era corrector de estilo muy bueno, pero además amigo personal de Mario y mío de muchos años, lo que lo convertía en el quinto elemento del equipo totalmente confiable.

Lo de confiable no es gratuito, porque la decisión que tomamos para dar solución al segundo gran problema fue: trabajarlo en secreto, es decir, no le comentaríamos a nadie (jefe o compañeros de trabajo) lo que estábamos elaborando, buscaríamos los mecanismos para usar las colecciones sin llamar mucho la atención, el trabajo se debería hacer fuera de las horas de trabajo normales, sin descuidar nada de lo que era la carga diaria de trabajo de cada uno.


Fotografía tomada por Leonel Hernández de la portada del documento ya finalizado, El diseño de la portada es de don Julio Munguía y la selección de fotografías de todo el documento tiene el sello personal de Antonio Herrera (Tanto el documento como la portada son propiedad de La Prensa Gráfica).


"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Primera Parte

"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Segunda Parte

"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Tercera Parte

"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Cuarta Parte


lunes, 2 de enero de 2012

"El Conflicto en El Salvador"
o El "Documento de la guerra en El Salvador"
(Parte I)

Mario Erwin Larín Figueroa era el periodista que cubría el proceso de negociación entre el gobierno del presidente Alfredo Cristiani y la comandancia General del FMLN, para “La Prensa Gráfica”, al retornar de uno de esos viajes, luego de entregar el material fotográfico y escribir las notas respectivas, llegó cerca de la medianoche a la oficina en la que yo trabajaba y me dijo: "La paz se va a firmar", yo le vi tan cansado que me pareció lógico que hubiera caído en lo que para mí seguía siendo la trampa de los políticos de ambos bandos: ofrecer la paz para ganar adeptos. Pero no, insistió: "Esto va en serio, la paz se va a firmar".

Luego de un rato de platica en la que me detalló lo que le parecía las razones de su conclusión, dijo algo que me hizo clic: "¡Puta la paz se va a firmar y nosotros no hicimos nada!", pregunté: "¿Nada de qué?" y él dijo: "Nada que le recuerde a las nuevas generaciones lo que hemos pasado, te imaginas, los 'bichos' no van a saber nada de lo que ha sido el pasado y nunca escribimos nada que lo dijera".

A partir de esa noche empezamos a pensar qué se podría hacer, en algún momento nos hicimos tres porque Francisco Leonel Hernández, quien era Jefe de Control de Calidad en la impresión del periódico y trabajaba por la noche mientras el resto normalmente dormíamos, se nos unió. Se empezó a aparecer temprano de la noche 8 o 9 y, mientras no iniciaba la impresión del periódico, nos poníamos a pensar y platicar.

De alguna forma, no recuerdo si fue en trío, duo o individual, pero un buen día se decidió hacer una especie de "línea de tiempo", que describiera las cosas relevantes durante el tiempo que la guerra duró. Y empezamos los tres a platicar sobre lo que habíamos vivido, los recuerdos, las grandes manifestaciones, la represión, en fín, las cosas que cada uno sabíamos y fuimos poniéndolo en común como para acabar de convencernos que había que hacerlo. Siempre y cuando solucionáramos algunos problemas:

¿Qué fecha será la de inicio de esa línea de tiempo? eso implicaba responder la pregunta que en aquellos días todavía no estaba definida (a lo mejor todavía no lo está): ¿Cuándo inició la guerra?, ¿Cómo se haría esa "línea de tiempo"? ¿Cuáles serán las reglas de redacción, de manejo de la información? Considerando que mucho de lo que a la fecha se había publicado venía de “fuentes oficiales” y la calidad de los redactores no siempre había sido la más profesional. Pero habían dos problemas que eran de trascendencia:

El primero: cómo accedíamos a las colecciones siendo que el guardián de ellas era Manuel Molina, un profesional de primera (que nunca entendí porque lo despidieron de La Prensa Gráfica), era quizás la única persona que tenía tal conciencia de que su responsabilidad era proteger un patrimonio que no era solo de la familia Dutriz, sino de El Salvador, que no permitía accesos no autorizados por los procedimientos (que él mismo había definido) a las colecciones, que eran todos las ediciones de "La Prensa Gráfica", desde la primera del 10 de Mayo de 1910. Manuel era un profesional en Archivología en una época en la que ninguno de nosotros sabaía lo que era eso.

El segundo y quizás la más importante de todas era ¿Cómo haríamos para evitar que los más "sensibles" se sintieran tentados a cancelar el nacimiento del documento, o peor aun, lo "mataran" cuando aun no empezaba a caminar? Porque lo que establecimos como objetivo es que crearíamos un documento que tendría como fin su publicación.




3) Saco una revista de la repisa. En dieciséis años la he ojeado dos veces. Veo en sus páginas amarillentas cosas que me causan desasosiego. En la portada una niña de cabello negro y ojos intensos sostiene una paloma entre las manos. El animal intenta alzar el vuelo. La niña parece asustada. Sus noches y sus miedos deben de ser también los míos.

Página 13, Núñez Handal, Vanessa. "Dios tenía miedo". Páginas publicadas por “El Faro”




"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Segunda Parte

"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Tercera Parte

"El Conflicto en El Salvador" o El "Documento de la guerra en El Salvador" Cuarta Parte


domingo, 1 de enero de 2012

Lo que Juan me hizo pensar en vivo, ya no en una canción...



La canción se llama "La Navidad de Luis". No importa cuando la escuché, fue hace varios años atrás, importa que desde la primera vez que la escuché sentí una sensación extraña, por un lado dar gracias a Dios por tener una familia que me ama, por otro, sentir compasión por aquellos que no la tienen.

Luego lo de siempre, vivir, sobrevivir y preocuparme de las cosas que pasan a diario.

Pero nunca sentí tan triste esta canción como este fin de año, cuando Juan llegó a la casa de mi cuñado y dijo con una cara de tristeza: “la verdad yo les iba a pedir que me permitieran quedarme aquí porque no hay nadie en mi casa” y compartió que su madre vive en otra ciudad, que no tiene padre, que sus dos hermanas están acompañadas “pero no me han invitado para esta noche”. Y entonces pienso como escribía un poeta hace años: cuánta soledad hay en este mundo y qué incapaces somos de compartir el amor que nos rodea, somos egoistas.

Un nuevo año, una nueva oportunidad para revisar nuestro accionar como seres humanos, ni siquiera como cristianos o religiosos de cualquier tipo, que en ese caso es obligatorio que seamos solidarios, sino como simples seres humanos, materialistas y creyentes, tanto que hacer en El Salvador todavía...



"La navidad de Luis" es una canción del cantautor argentino León Gieco, compuesta en 1973 e incluida en su álbum Siete años de 1980.
El tema presenta un diálogo entre Luis y su empleadora. El primero rechaza una dádiva que le ofrece su empleadora en la víspera de navidad, aduciendo que seguirá los consejos de su padre y seguirá viviendo su vida de la misma forma.
Durante la dictadura militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, se la intentó censurar aduciendo que contenía mensajes satánicos.
En 1994 fue reeditado en el álbum Desenchufado, mientras que en 2003 se incluyó una versión en vivo en el álbum El vivo de León.

Tomado de Wikipedia