Algo atrasado sólo deseo confesar que el mejor fin de año de mi vida, fue uno cuando luego de las 12 dimos los abrazos a los vecinos y yo mantenía encendida la televisión (que rara cosa, no habìa cerrado transmisiones) y con mi esposa, yo con tristeza evidente, seguíamos viendo televisión a la fuerza y "en de repente" (como diría un viejo amigo), apareció el indicativo de Teleprensa y luego el aviso: "se firmó la paz para El Salvador", ¡Carajo! que emoción, vi de manera borrosa las lágrimas de la presentadora, yo me le adelanté, besé a mi esposa, y fui al cuarto de cada uno de mis hijos que ya dormían les besé y me alegré por ellos, me alegré porque ya no nos tendríamos que ir del país para proteger a mi hijo (que aun no llegaba a los 10 años) y por el que nos iríamos cuando tuviera 10 años, si la guerra seguía porque no quería que tuviera una adolescencia asaltada por fantasmas de reclutamiento forzoso o del otro.
Ese ha sido el mejor fin de año en mi vida.
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