domingo, 16 de marzo de 2014

Reflexiones post electorales

Hoy, con las aguas volviendo al cauce normal, expongo mis consideraciones acerca de las recientes elecciones. Son apreciaciones personales que pueden estar equivocadas, pero son las que, en este momento, me resultan a mí luego de pensar en lo que recién hemos vivido.

Porque el FMLN ganó “apenitas”

  1. Contó con el dinero suficiente para montar una campaña millonaria no sólo desde el partido.

  2. El trabajo que ha realizado el actual gobierno (entrega de calzado y uniformes, apoyo a ancianos, Ciudad Mujer) es muy popular. No funciona como reductor real de la pobreza, pero, por un lado, aumenta los puntos en las encuestas al gobierno y votos en las urnas al partido y, por otro lado, justifica una buena cantidad de dólares en gasto social.

  3. La campaña de denuncias de corrupción, primero desde la Corte de Cuentas de la República que publicó casos que prescribieron (que ya no se pueden investigar, porque la Constitución lo prohíbe) y, posteriormente, desde la presidencia.

  4. Los “Sacos de Paco”, porque por primera vez un protagonista aceptó lo que había sido solo rumor: algunos políticos, en posiciones relevantes, se enriquecen aprovechándose del puesto que se les ha confiado mediante elección popular. Ya casi al final, y seguramente impulsada por lo que las encuestas iban diciendo, se hizo público el caso “Infocentros”, otro capítulo de despilfarro de fondos públicos para beneficio de los mismos funcionarios en el poder o a sus allegados (empresarios o no).

  5. El trabajo en el proceso educativo nacional. Durante todo el gobierno actual, el partido tuvo en sus manos el Ministerio de Educación pero no hizo nada que mejorara en un mínimo la calidad educativa. La campaña del miedo (impulsada por ARENA) hubiera caído sola, si al menos dos generaciones de bachilleres de los institutos nacionales hubieran recibido formación decente en historia nacional y latinoamericana.

  6. La alianza no escrita con don Antonio Saca, ya que como escribió alguién al anular su voto: En política cuentan los principios.

  7. Finalmente, porque ARENA no se convirtió en alternativa, aun cuando intentó, casi al final, apoyándose en prestigio ajeno (Facundo Guardado, Joaquín Samayoa, Sandra de Barraza), no mostró, como partido, un compromiso real con la buena intención de los que había convocado, o al menos no se evidenció ese compromiso. Adicionalmente, incluyó en ese equipo asesor, gente que ya estuvo en la administración pública, con no muy buenos recuerdos.


Porqué ARENA perdió “apenitas”

  1. Su tardanza en deshacerse de Paco a pesar de que aceptó públicamente, en televisión y “en vivo” que algunos millones fueron a los “destinatarios”, pero que no hay registro de eso.

  2. La prepotencia del mayor vocero propagandístico de la “izquierda”. Finalmente cansó el abuso de su poder. Y por esa actitud de dios (con d minúscula) casi hace que la frase: “este arroz ya se coció” quedará en que casi le queda crudo.

  3. El “Ferrari” que más allá de que fuera o no dentro él. Generó suficiente desconfianza como para pensar que era posible que fuera allí y que era cierto que hay alguien muriendo por acompañarle.

  4. La campaña del “AivieneVenezuela” impulsada (aparentemente) por la Juventud de ARENA, le funcionó, especialmente entre jóvenes, ignorantes de la historia nacional y la realidad latinoamericana y en capas medias acomodadas que tuvieron miedo de verse afectadas en sus beneficios y propiedades.


Creo fue error de ambos:

  1. Pensar que una campaña multimillonaria, es capaz de ocultar los fallos, deficiencias y deshonestidades, de manera suficiente para que todos, como borreguitos, sigamos votando ciegamente por ellos (ambos). En la primera ronda fueron más de 34 mil personas, en la segundo un poco más de 19 mil ciudadanos nos mantuvimos firmes demostrando que ya no caemos en el juego de las presiones y el chantaje emocional al que nos someten.

  2. Buscar polarizar al país, trasladar al ciudadano común la percepción y hacerlo pensar que el mundo es blanco y negro y en él solo existen buenos y malos. El trabajo consciente, intencional de los partidos políticos ha llegado al punto que los ha vuelto víctimas de lo mismo que ellos han creado. Pero no se debe pensar que esto es asumido ciegamente por el ciudadano. Me parece que hay un buen sector de la ciudadanía que se moverá de uno a otro lado según le haya convencido el miedo “inyectado” o el trabajo realizado por uno u otro.

Lo que yo esperaría:

Que los dos grandes partidos políticos, se den cuenta que:

  1. La corrupción no puede ser un tema electoral en el que se desprestigia a los contrincantes. La corrupción afecta a todos, por causa de ella, se sigue condenando a los pobres a las maquilas por una pésima educación pública o a la muerte por un penoso sistema público de salud, mientras, quienes tomaron el dinero público (préstamos, donaciones o impuestos) destinado a esas áreas, siguen sin ser enjuiciados legalmente de acuerdo a las leyes de la República. Los llamados “juicios políticos” como los de la Asamblea Legislativa, será un excelente show televisivo con máxima audiencia, pero no recuperan los fondos mal gastados y, sobre todo, no sientan ejemplo para evitar que los corruptos sigan haciendo de las suyas.

  2. Pero sobre todo, que ninguno de los dos piense que tiene la mitad de la población tras de sí. Me parece que eso es totalmente falso:
    • En 2009, mucha gente votó por el Candidato del FMLN no por el partido (aun cuando ahora se arrepientan, esa fue la realidad). En esta ocasión, mucha gente no votó por ARENA o su candidato, votó contra la posibilidad de encontrarnos como enemigos en las calles, a uno y otro lado de barricadas, como en Venezuela. Por tanto ARENA, no puede adueñarse mecánicamente, de esos votos.
    • El FMLN no puede seguir utilizando la semántica para volver victorias las derrotas o resaltar penosas victorias como triunfos inobjetables. Lo ha hecho a lo largo de la historia (la “Ofensiva final” luego del resultado, se convirtió en un ejercicio inicial, nunca fue final; la “Ofensiva hasta el tope” se convirtió en un medio de impulsar la negociación no el intento final de hacer caer al gobierno; las “guindas” (escapes de los cercos u operativos que les extendían los militares durante la guerra) fueron convertidas en “Repliegues estratégicos”). Se debe ser honesto y aceptar que ganar por menos de siete mil votos de diferencia luego de una millonaria campaña lanzada desde tres fuentes diferentes (partido, Alba y presidencia), ha sido una derrota moral. Mucha gente no votó por el partido, votó contra la descarada corrupción denunciada en los días de campaña. No puede por tanto adueñarse tampoco de la mitad de la población asumiendo, mecánicamente, que la tienen tras de sí.


Al final todos vivimos y compartimos estos 21 mil kilómetros cuadrados. Ante la situación difícil que enfrenta el país, quienes tenemos conciencia de ello, debemos asegurarnos que, desde nuestras diferentes posiciones, el diálogo se inicie a la brevedad. El país lo exige aún estamos a tiempo, pero no es mucho lo que queda, de lo contrario, la situación social (ya explosiva) finalizará explotando y nos afectará a todos por igual.

domingo, 9 de marzo de 2014

No importa quien gane, seguiremos siendo
Los tristes más tristes del mundo



Eso fue lo que escribí en la papeleta, y lo creo.

Y antes que caigan mis queridos amigos y amigas criticando que por gusto fui a hacer cola y perdí el tiempo les confirmo: Tengo el derecho de emitir mi opinión, sea cual sea, siempre y cuando no falte al respeto a los demás y no intente acallar por la fuerza la opinión de los demás. Mi opinión fue la que dejé escrita. Mis razones las discutimos cuando lo deseen, sentados frente a un café (que ya no tomo cerveza), un par de pupusas y buen trozo de pan dulce.

He permanecido en silencio desde el 5 de febrero, no ha sido fácil, he visto tanta idea escrita en tanto muro que contenerme el deseo de comentar ha sido difícil.

Mi mayor deseo: que no importa quien gane, la diferencia sea la menor en la historia. ¿Se dará? No lo se. La propaganda lo que me dijo es que el Frente no necesitaba mi voto (14% de diferencia y creciendo) y que a ARENA solo el faltaba un voto para ganar. Pero lo que el país necesita es que la diferencia sea mínima para que ninguno de los dos grandes partidos asuma el rol de todopoderoso e indispensable y se pueda empujar a ambos a dialogar para mejorar el futuro de los salvadoreños.

Veremos que ocurre.