sábado, 16 de mayo de 2020

Capricho


Imagen de Ryan McGuire en Pixabay


Al capricho, el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (Diccionario RAE) lo define, en su primera acepción, como: “1. m. Determinación que se toma arbitrariamente, inspirada por un antojo, por humor o por deleite en lo extravagante y original. ”, la definición es clara, el capricho es una decisión tomada por el gusto de tomarla, porque me da la gana, porque hoy amanecí con el ácido úrico elevado, o por el puro gusto de ver a otros arruinados, suplicando, “jodidos”.

En el Internet es posible encontrar frases célebres relacionadas con el capricho. Por ejemplo una atribuida a Abrahan Lincoln: “Es más fácil reprimir el primer capricho que satisfacer a todos los que le siguen.” Hay otros más profundos como uno atribuido a Arthur Schopenhauer: “Todo capricho surge de la imposición de la voluntad sobre el conocimiento”. Y una aun más fuerte como la que se atribuye a San Agustín: “Nada es suficiente para quien no ha puesto límite a sus caprichos”.

A nivel individual, mis caprichos son míos y solo afectan a mí círculo íntimo, no hay mayor escándalo. El problema es cuando mis caprichos se imponen, a merced de mi poder o facilidad de palabra, en el área pública, es decir, cuando salen de mi círculo íntimo. Ejemplos de ello, abundan en la historia, pero claro, hay que conocerla (la historia) para conocerlos (los caprichos de los líderes pasados).

Cuando soy jefe de un equipo de trabajo, y busco imponer mi capricho, afecto la calidad, la eficiencia, la efectividad del equipo, porque nadie puede asegurar que mi capricho es el mejor método de trabajo, la mejor vía de desarrollarlo. Pero, como es mi capricho y tengo el poder por ser jefe, termino imponiéndolo.

Más de algún subalterno habrá que, en su desesperación por parecer incondicional, por mantener el trabajo, por su falta de profesionalismo o inteligencia emocional, o por simplemente la tan vieja y típica actitud servil, se preste de inmediato, no solo a ejecutar lo impuesto, sino que además, lo alabe como la suprema idea, el supremo fin, el gran objetivo, la solución final. Y esto aumenta mi ego y por supuesto, mi capricho.

Cuando soy jefe, líder, director de cualquier equipo humano, tengo una gran responsabilidad, no debería buscar imponer mi visión única, a menos que fuera Dios, y no lo soy. Ahora, si me creo Dios, estoy doblemente complicado y, sin duda, más destinado al fracaso ante la falta de humildad y abundancia al culto, adoración o amor excesivo a mí mismo.

Todos los seres humanos, sin importar cuánto hemos acumulado (honradamente o no) en títulos académicos; millones de dólares; posesiones materiales; poder o liderazgo político, económico, religioso o social; deberíamos dejar los caprichos a nivel personal o familiar, nunca deberíamos llevar nuestros caprichos al ámbito público, de lo contrario, corremos el riesgo de desgraciar la vida de cientos, miles, millones de seres humanos cuyo único pecado, fue haber confiado en nosotros, para nombrarnos o elegirnos como sus líderes o dirigentes.



martes, 5 de mayo de 2020

Respondiendo a Jorge. J. Daboub

El día lunes, vi un twett de Jorge J. Daboub, hermano del Dr. en Ingeniería Juan José Daboud Abdalá. En su comentario Jorge, criticaba el nivel de endeudamiento que ha alcanzado el país, le hice el siguiente comentario: “Y su hermano aportó, cuando con eurobonos, pagó LETES”, de inmediato Jorge contestó: “Eso se lo inventó Tony Saca. Así que te equivocas nuevamente”

No se a que se refiere el nuevamente, a lo mejor en alguna ocasión anterior critiqué alguna actitud del calibre de “nosotros somos inocentes” y no hemos hecho nada malo, cuando en realidad, con el poder que llegó a tener su hermano, el Dr. Daboub, durante el gobierno del ex presidente Francisco Flores, en el que era Ministro de Hacienda y Secretario Técnico de la Presidencia (simultáneamente), fue parte de la toma de decisiones que nos afectaron y afectan a todos (como por ejemplo, “dolarización”).


El punto es que luego de esa respuesta, Jorge me bloqueó, por lo que tendré que responder a su comentario, por este medio.

Primero debo aclarar que no soy vocero, simpatizante o defensor del actual gobierno, del anterior o de cualquier otro del pasado. A todos tengo mucho que criticar con base, simplemente no soy ciego, ni olvidadizo: muchas de las cosas que hoy padecemos han sido cultivadas desde períodos anteriores.

Responderé brevemente sobre el caso del endeudamiento específico (no único), que se mencionó.

En la Memoria de Labores del Ministerio de Hacienda, período 1 de junio de 2002 al 31 de mayo 2003 (recuerde que el período presidencial inicia el 1 de junio, por eso las memorias anuales van en esas fechas), se puede leer en la presentación que el ministro de Hacienda, de ese período, hace a la Asamblea Legislativa lo siguiente:




El Salvador, hasta “ganó un premio por endeudarse” (por cierto ¿cuál fue la prestigiosa entidad internacional que lo entregó?), eso lo dijo el ministro de Hacienda, cuando hizo la presentación y entrega de la memoria a la Asamblea Legislativa, cumpliendo con el mandato constitucional de informar lo realizado en un año, bajo su dirección.

Más adelante, la misma memoria, en el desarrollo de su contenido, presenta este cuadro:


Podría mencionar Jorge, cuáles fueron esos “programas y proyectos de inversión” que se desarrollaron con esos 1,1,00 millones de dólares, para “impulsar el crecimiento económico y social”.

En el cuadro antes mostrado, se detallan los montos de deuda que se colocaron en ese período. Los primeros 300 millones vencieron en 2011; 451.1 millones vencerán en 2022 y los últimos 348.5 millones vencerán en el año 2023.

Un paréntesis: ¿Se pagaron los que ya vencieron en 2011? hay le queda de tarea estimado lector.

Todo esta guardado en la memoria Jorge, muchos de los que hoy rasgan vestiduras (de todos los partidos políticos), han tomado decisiones que han afectado drásticamente la vida de los salvadoreños, no tienen solvencia moral para criticar o tomar posiciones de salvadores, porque ellos mismos tomaron la pala para cavar el hueco financiero en el que hoy nos encontramos a punto de ser enterrados.

Hoy, quienes leemos sin fanatismos, sabemos que ha sido costumbre de muchos gobernantes en El Salvador, pagar sobresueldos a algunos funcionarios, recibir, posterior a su período, grandes sumas de dinero en calidad de consultorías que no siempre se han hecho; al final, sin importar el color político, tras el que se escudan protegiéndose, muchas veces unos a otros, las costumbres son las mismas.

Ya que me voseaste, aprovecho, ¿ves?, no fue Tony, como llamas al Reo Antonio Saca, quien lo inventó…

¡Ah, casi lo olvidaba!, para quienes quieran verificar la información presentada, la memoria puede ser descargada del portal del Ministerio de Hacienda justo, en este enlace: Memoria de Labores del Ministerio de Hacienda 1 de junio de 2002 al 31 de mayo 2003.

Nota: Post actualizado el 11/04/2022 por pérdida de las imágenes, se debieron
reinsertar y por actualizar la nueva dirección de la
Memoria de Labores del Ministerio de Hacienda que se menciona.