viernes, 31 de agosto de 2012

30 de agosto: Día Internacional de los Desparecidos



30 de agosto de 2012.

Este ha sido un día normal, ningún sobresalto, al menos no de manera evidente. Tras las gruesas paredes, las blindadas puertas y ventanas y las finas cortinas en las oficinas de los políticos, la vida, como dice el cantante, sigue igual. No hubo nada nuevo. Ya mañana o el lunes iniciarán de nuevo el reparto del pastel gubernamental entre las derechas e izquierdas que cada día son más parecidas.

En contraste, para muchos ciudadanos en el mundo, éste fue un día especial: por segundo año, a nivel mundial, se ha podido recordar a los que “amamos tanto”, a los que no logramos despedir, a los que sus familiares más cercanos (que todavía viven) siguen esperanzados en saber, al menos, dónde quedaron sus cuerpos.

Imagino lo que nos dirían nuestros hermanos hoy, ante la decepción que provoca ver al partido “de izquierda” seguir exactamente los mismos pasos de la derecha al tratar de copar el poder para usufructo propio. Imagino que dirían lo que siempre nos dijeron antes: “no hay milagros, este es un proceso”, “lo malo es agüevarse”, “si esta mierda va pa´lante, nomás hay que empujar tantito”.

Este día, fue normal para muchos, para miles, a lo mejor para la mayoría de salvadoreños… para algunos de nosotros, fue un día de recordación, de valorar lo alcanzado, de convencernos de que no fue en vano.

No se si hubo actos oficiales o no, imagino que no, porque los dirigentes de este gobierno de “izquierda” y los dirigentes del partido de “izquierda”, no podrán superar la actitud de fidelidad a los principios y valores humanos, de aquellos que mantuvieron coherencia entre el discurso y la acción personal hasta la muerte, y jamás podrán decir que siguen su ejemplo, cuando les vemos rodeados de camionetas blindadas, trajes de seda y gasto exagerado en lujos, mientras la mayoría sigue buscando el sustento diario con la misma aflicción de cuando nuestros hermanos desaparecieron.

lunes, 20 de agosto de 2012

Ya llegó el que andaba ausente...



El recurso más caro que tiene el hombre, a mi parecer, es el tiempo. Porque el tiempo no se recupera, no se puede almacenar y dejarlo en refrigeración buscando un mejor momento de emplearlo, no se puede reprocesar para hacer más tiempo o cortarlo para hacer tiempos más pequeños. De allí que la sabiduría popular tenga bien dicho que “El tiempo perdido hasta los santos lo lloran”.

En nuestro país, al que se siempre los políticos (internamente) definen como uno en el que escasean los recursos y abundan las necesidades, el tiempo es todavía más importante.

¿Cómo recuperar el tiempo de los muchachos y muchachas que ya bachilleres, no tienen los conocimientos mínimos necesarios para poder aspirar a un trabajo que cubra sus necesidades mínimas de ser humano? Peor les va a quienes aspiran a convertirse en profesionales y descubren que no pueden superar el examen de admisión.

¿Cómo recuperar el tiempo para asegurar que un enfermo pueda cambiar sus hábitos de vida, o ambiente laboral o familiar, de manera que la enfermedad que padece no se le desarrolle? ¿Cómo volver el tiempo atrás del embarazo no deseado en una adolescentes que, confundida por los cambios que sufre en su cuerpo y mente y ante la falta de orientación, confundió amor con sexo? Embarazo que puede, con mucha probabilidad, terminar en decisiones peores.

“El tiempo, el implacable, el que pasó” (como canta Pablito Milanés), nos va dejando huellas y nos va enseñando, de a poco, que la vida es una constante toma de decisiones, y que en la medida que pasa, nos va acumulando experiencias.

Pero todo esto es para los seres humanos normales, comunes y corrientes, que día a día tenemos que correr tras el alimento del día. Los que sudamos, nos preocupamos, nos enfermamos, nos rebuscamos… Los políticos no son de esos...

Los políticos son especie aparte, por eso pueden darse el lujo de gastar tiempo y dinero en 17 reuniones (en 27 días) para acordó lo que debian. Ya el 28 de junio la Iglesia Católica por medio de la Conferencia Episcopal emitió un comunicado solicitando el respeto a la sentencias, como ella y aún antes de ella, organizaciones civiles, ONG´s, y personalidades habían solicitado el respeto y acatamiento inmediato a la sentencia de la corte.

No he leído en detalle el acuerdo de los políticos en casa presidencial, pero me parece que finalmente, respetarán la sentencia en lo medular... pero cuidado, el ego de estos personajes no puede quedar dañado, van tras la venganza: leo en algún periódico que ya se preparan a realizar un profundo y sesudo análisis de las competencias de los órganos del Estado ¿Intento de crear una dictadura legal? ¿Porqué no?, de estas damas y caballeros no se puede esperar nada bueno.

Lo trágico de esto es que, esos diputados que nosotros hemos electo, se pasaron por el arco del triunfo” (como dice un amigo) las sentencias y la voluntad popular (incluyendo la Iglesia Católica), hasta que finalmente llegó el dueño del circo para ordenar a sus empleados, y ese no solicita, no protesta, no suplica, ese ordena y claro, los empleados obedecen, aun cuando el mensaje venga en otro idioma.

martes, 14 de agosto de 2012

Que vergüenza diputadas y diputados desobedientes

Ahora, con las cartas abiertas sobre la mesa, que vergüenza causan: quisieron, rascando en el pasado ajeno, descubrir faltas, que les permitieran desaparecer a la primera Sala de lo Constitucional formada por verdaderos jueces.

Han lanzado lodo contra todos ellos, contra unos utilizaron palas, contra otros, verdaderos buldozers que han logrado confundir a algún sector desprevenido de la sociedad, pero que les ha hecho perder a ustedes en general, pero en especial al autonombrado partido de izquierda, lo poco de intelecto que les acompañaba.

Las palabras de la "defendida" por ustedes, publicadas este día en medio impreso, no hace más que avergonzarles y señalarles, puesto que mientras algunos de ustedes, ni siquiera cancelan la cuota mensual que como padres irresponsables les ha sido impuesta, el "investigado" se preocupa hasta de las vacaciones de la suya.

Diputadas y diputados desobedientes, ¿Aun no han comprendido que el único camino que les queda es obedecer la sentencia de la Sala de lo Constitucional respecto a las elecciones de magistrados?

Si pudiera volver el tiempo ¿sabes que haría?


Sería más tolerante, buscaría superar rápidamente los complejos, traumas, lo que sea, “los problemas no resueltos” como dicen los psicólogos de la semiclandestinidad para integrarme rápidamente en las directivas y las actividades de tu colegio…

Tendría paciencia, comprendería que no eres la mujer grande que yo sueño, sino una niña en camino a convertirte a la mujer que hoy eres: hermosa, inteligente y espero que feliz…

Sería cariñoso. Aprovecharía tu sonrisa y me plegaría a ella, jugaría contigo, no me molestaría que armaras la casita de muñecas y que la dejaras así por semanas, tampoco me incomodaría ni molestaría tanto con las tareas. Comprendería que tu inteligencia te ayuda lo suficiente para aprender rápidamente…

Olvidaría mis temores y pensaría en que con la alegría que metiste en la casa, era claro que Dios siempre ha estado de nuestro lado, que nada nos pasaría, que el pasado jamás regresará nunca más y que lo que tenía que hacer era disfrutarte, gozarte, sentarme a tu lado a escuchar las historias que contabas, lo que aprendiste en el kínder, en el colegio…

Te haría más cosquillas, me lanzaría sobre ti, como cuando estabas pequeña y te ahogaba hasta que gritabas “uxilio mami, uxilio” y entonces te dejaba tomar aire para lanzarme de nuevo sobre ti. Te daría más besos, te cargaría más veces…

Trataría más de cerca a tus amigas, habría reuniones, piyamadas y hasta fiestas en la casa y si el ruido me molesta, simplemente me voy a la esquina y me siento a ver los carros pasar, pero no haría que tu pagaras los miedos y temores que me acompañaban…

Al final buscando protegerte te limite demasiado…

Pero la verdad, no lo voy a hacer, porque hoy que te veo toda una señorita, se que has logrado superar esas limitaciones, se que estas construyendo tu vida para ser feliz cada día de ella y porque siendo realistas (como siempre he dicho que soy), ¡¡como carajos regreso estos años de tu vida!!… Feliz cumpleaños mi amor!!!

lunes, 6 de agosto de 2012

Las historias que se deben contar...



Mi interlocutor tiene más de 80 años, mi atención y mi respeto. Él sabe que soy hombre de izquierda, pero me ha llegado a conocer y sabe que no soy fanático, que reconozco que no todo está bien, que la izquierda ha cometido miles de errores y que no critico posiciones de derecha sin antes haberlas razonado.

Me dice las cosas en tono de compartirlas, no de reclamo; no hay resentimiento en sus palabras, pero hay dolor, a lo mejor, aun cuando no lo dice, piensa que su fallecida esposa pudo haber tenido un mejor tratamiento, y a lo mejor, el desenlace habría sido diferente, si los “muchachos” no hubieran afectado su vida en la forma en que lo hicieron.

Cuentas algunas de las veces que le obligaron a conducir su vehículo, de noche, por las carreteras y caminos del oriente trasladando avituallamientos y a lo mejor hasta armas (no siempre pudo ver el contenido de los paquetes que subían al camión). De la tarde en que le ordenaron abandonar su casa y, dentro de ella, todo lo que había (muebles, alimentos, dulce de panela, madera) producido durante ese duro año de trabajo, porque si lo encontraban en la madrugada lo asesinarían, junto a su esposa y al único hijo que le acompañaba, y de cómo, aun hoy, se pregunta ¿porqué a pesar de toda la colaboración involuntaria que les brindó, le trataron así? Trata de encontrar respuesta, trata de adivinar cuál fue el punto de quiebre en que la guerrilla le vio como “enemigo”.

Para mi la explicación es sencilla, la envidia de algunos colaboradores, vecinos suyos, se hizo presente en los informes negativos que hicieron llegar al mando de la zona, que sin mayor investigación ejecutó una acción evidentemente injusta, así creo que fue. Así es la maldita guerra. Pero no puedo hablar, siento vergüenza, porque le conozco y se que, si bien no colaboraba de voluntad plena porque estaba en contra de la guerra, nunca habría puesto en mal o denunciado a nadie, por eso solo escucho. Mi interlocutor seguirá describiendo las acciones que a lo mejor fueron mal entendidas, pero su formación de hombre de bien no le llevará a pensar en la envidia como causa del destierro y el descalabro personal, familiar y económico que eso significó en su vida.

Debo evitar su mirada y, mientras veo el suelo pienso que hay tanta historia oculta, tanto dolor guardado, que la otra historia de la guerra, la que sufrieron los que quisieron convivir en paz en el medio de la locura, es necesaria escribirla, publicarla.

domingo, 5 de agosto de 2012

Con tanto problema por solucionar, ¿estarán gastando “pólvora en zopes” en Casa Presidencial?


La desobediencia de algunos diputados de la Asamblea Legislativa a las sentencias de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, pareciera haber llevado a “negociar una solución” entre el Presidente de la República y los dirigentes-propietarios de los partidos políticos, quienes posteriormente ordenarían a los diputados en la Asamblea qué hacer.

La búsqueda de tal “solución negociada” entre políticos, lógicamente consume recursos que no estaban presupuestados y que los ciudadanos ignoramos a cuánto ascienden.

Ahora bien, dejando de lado el gasto, lo que realmente preocupa es que se están invirtiendo recursos en escribir una “solución negociada” que podría ser violatoria de la Constitución de la República, ya que la desobediencia que algunos diputados de la Asamblea Legislativa han mantenido ante la sentencia de inconstitucionalidad de la Corte Suprema de Justicia, ignora el Artículo 174 de la Constitución de la República: “Art. 174.- La Corte Suprema de Justicia tendrá una Sala de lo Constitucional, a la cual corresponderá conocer y resolver las demandas de inconstitucionalidad de las leyes, decretos y reglamentos, los procesos de amparo, el habeas corpus…”. Es entonces la Sala de lo Constitucional quien resuelve las demandas de inconstitucionalidad de leyes, decretos, etc. No es la Asamblea quien determina inconstitucionalidad, sino la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, más claro imposible.

La sola posibilidad de que se esté platicando, entre políticos, cómo desobedecer de manera “negociada”, una sentencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, viola ya el Artículo 172 de la Constitución de la República que indica que al Órgano Judicial le “Corresponde exclusivamente” la potestad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en materias constitucionales, civil, penal, mercantil, laboral, agraria y de lo contencioso-administrativo, así como en las otras que determine la ley”. Resaltamos Exclusivamente y Constitucional.

Es decir, en Casa Presidencial se podría estar gastando “pólvora en zope” (es decir perdiendo el tiempo y consumiendo escasos recursos), puesto que cualquier fórmula que salga de allí tiene que ser necesaria e indispensablemente de total respeto a los artículos 172, 173 y 174 de la Constitución de la República, y por tanto, de irrestricto cumplimiento a las sentencia emitidas por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.


Documentos de interés: