viernes, 5 de abril de 2019

De malacate a malacate


Las frases más escuchadas en las últimas protestas del mundo.


Quisiera poder copiar al gran García Márquez, la verdad es que esta realidad mágica es tan “boom” que a lo mejor algún día. Por ahora este cuento que se titula: “De malacate a malacate”



“No robe miserias, piense, actúe y robe en grande.

El apellido materno, al igual que el paterno son pequeños accidentes que la vida nos brindó, y aun cuando el apellido pasa a los hijos, estos pueden cambiarlo, sino mire al hijo de Pablo Escobar Gaviria. Por tanto la Biblia se equivoca al decir que hay que cuidarlo porque se hereda, el hombre moderno y práctico tiene solución a eso.

No se detenga entonces, robe “diagalán” acuérdese que al final quien lo puso donde hay, ha sido el voto popular y para eso los latinos antiguos nos inventaron la noble y certera frase: “vox populi, vox Dei” (la voz del pueblo es la voz de Dios), que ha servido a tanto político y religioso en los pasados siglos de historia, para hacer lo que les da la gana.

No pierda tiempo en sentimentalismos estériles, que si los niños del Bloom se quedan sin tratamiento o sin medicinas, que si los préstamos lo pagarán los pobres en el futuro y luego sus hijos y nietos; que el Rosales no tiene medicina; que si los niños no aprenden en la escuela; que si siguen matando salvadoreños inocentes; que si la pandillas mandan en las colonias donde ni se asoman policías y soldados, que si el agua no llega y la privatizamos… El Salvador siempre ha estado “jodido” y no va a ser usted el que cambie las cosas, El Salvador va seguir jodido, es su destino, que nunca ha escuchado el “Poema de amor” pues, aquel de “los hacelotodo, los vendelotodo”.

Además piense en esto: si usted es honrado que es lo mismo que ser “tonto” (pero con “pen…”), el que viene tras usted es “vivo”, se va a llevar todo lo que pueda, incluyendo lo que le tocaba a usted y no se llevó.

Total, si tuviera la misma mala suerte que me acompañó a mí, no se preocupe, eso se arregla con un trato, es fácil: Tiene información de todos, incluyendo los que le acusan, los tiene dominados, o como dice la vox populi, “les tiene la cola pateada”… claro para la televisión habrá que actuar y con voz apesadumbrada, parecida a la que se usa luego de un gol contra la selecta, usted dice que sí, metió la mano, que se arrepiente, que se “vaser” cristiano y pide perdón. Punto.

Tiene que echarse toda la culpa para que no “jodan” a su familia y así ellos podrán disfrutar de lo que tanto le ha costado obtener. Sino mire lo reciente, se evidenció que aun cuando usted sea una perla, sale más brillante, con más garbo a disfrutar de los millones que le quedaron, y ya nadie le puede reclamar porque “ha pagado su pena”.

No crea que le van a hacer pagar hasta el último centavo, eso también es fácil quitárselo: usted se declara en quiebra y nadie le puede quitar nada. Claro inteligentemente ha pasado las propiedades a testaferros o parientes que no hayan sido mencionados en el juicio, como destinatarios.

Además la vida aquí no es tan mala, buena comida, lo cuidan las 24 horas, duerme en box sprinp, está lejos de los malacates ordinarios, hay televisor e internet, nombre, si solo falta la piscina. Así es que no ande con medias tintas, creo que el mensaje que le han hecho llegar los acusadores es bien claro: “robe ‘diagalán’ y reparta”, eso sí, reparta por que mientras más la riega, más se untan y menos queda para que se la restrieguen a usted en el juicio.

Bueno es el mensaje de este día y dios bendiga a la tierra cuscatleca”.

¿Qué le parece? ¿Creo que podría soñar con ser parecido al maestro García Márquez? Gracias, sobre todo por guardarse su opinión.

¿Quién paga la deuda pública?


Gráfica del Portal de Transparencia Fiscal El Salvador


¿Se ha hecho esta pregunta alguna vez? ¿Qué se ha respondido? a lo mejor la respuesta fue El Estado o El Gobierno.

¿Qué opina si le decimos que la deuda que ha adquirido El Salvador, es pagada por todos los salvadoreños? A lo mejor tome un rato de pensamiento y luego podrá concluir, ¿Cómo? si a mí jamás me ha venido el Fondo Monetario, Banco Mundial o alguien más a cobrarme un cinco de lo que debe el país.

Tiene razón en eso, ¿pero entonces porqué decimos que lo paga usted y sus familiares?

Lo afirmamos porque el monto que se paga anualmente por la deuda (capital e intereses) sale del Fondo General de la Nación que es la bolsa común que la Constitución en su artículo 224 establece como el lugar en el que se guardarán todos los ingresos del Estado (impuestos cobrados, utilidades de las empresas públicas, transferencias cobradas, etc.) y de allí se pagará todo. La misma constitución indica que en el caso de la deuda pública se podrá afectar determinados ingresos, para su pago.

“De allí se paga” significa que no solo la deuda sino también los gastos y salarios que se generan en los Órganos Judicial, Legislativo y Ejecutivo, es decir, Corte Suprema de Justicia y Tribunales de todo el país; Asamblea legislativa; Presidencia de la República y todos los ministerios y las instituciones que llaman descentralizadas como los hospitales nacionales, Instituto Nacional de los Deportes y otros; también el Ministerio Público (Fiscalía General de la República, Procuraduría General de la República, Procuraduría de Defensa de los Derechos Humanos). En fin. Todo el Gobierno.

¿Qué ocurre si la deuda pública crece? lógicamente crecerán los montos que el país debe cancelar por intereses y capital. Al hacerlo, reduce los fondos disponibles en el fondo general para ser distribuidos entre los órganos del Estado.

Por ejemplo, los montos asignados a Salud, Educación y seguridad, para el año 2019, son menores al porcentaje de dinero que se utilizará para pagar la deuda e intereses de la misma, en la “Ley General del Presupuesto y Presupuestos Especiales 2019”

Para el pago de deuda e intereses se asignó el 27.15% del total de 6 mil 713 millones de dólares. En tanto a educación se le asignó el 14.85%, Salud el 9.95%, Cultura 0.32%; Agricultura y Ganadería 0.99%; Obra públicas 5.32%; Justicia y seguridad ciudadana 6.36%.

El pago de deuda e intereses, afecta entonces la calidad del servicio que se recibe en salud, educación, cultura, seguridad y todas las demás instituciones que por ley deben servirnos. En otras palabras, cuando no se recibe educación pública de calidad (niños que no aprenden a leer, escuelas desvencijadas, falta de bibliotecas); cuando la atención en salud carece de calidez y de medicinas en las farmacias de los hospitales; cuando la seguridad es aun débil y no nos garantiza la vida, se está cancelando la deuda pública.

Lo más doloroso es que buena parte de esos fondos adquiridos como deudas, han servido únicamente para engordar la bolsa personal de expresidentes y ex funcionarios corruptos. De allí la importancia de empezar a prestar atención a los temas relacionadas con las finanzas públicas, para evitar que nuestros hijos y nietos se queden de por vida pagando una deuda, que han disfrutado unos cuantos pocos corruptos.