martes, 17 de enero de 2012

¿Y usted a qué juega?


La verdad usted es un caso interesante, fíjese: Llegó a donde está por sus amigos, pero esos amigos ya no son sus amigos, ahora sus amigos son otros y los que eran sus amigos, imagino que no lo pueden dejar, porque ni modo ya se untaron y se la aguantan.

Lo eligieron porque creyeron que iba a ser fácil manejarlo, pero (vaya al menos eso fue bueno) se ha comportado como macho sin dueño, y ha agarrado el slogan de los otros, solo que lo cambio un poco “primero yo, segundo yo, tercero yo”, ja, ja y los otros también se la aguantan.

Convocó (o embrocó) a los que como me comentaba un compañero, fueron insertados a la pobreza luego de los acuerdos de paz, y allí los dejaron, porque al final, durante 10 años o más fueron parte de un proyecto militar que les enseñó a obedecer, a no cuestionar, y al final fueron víctimas de los que debieron haberlos educado para ser entes pensantes, masa crítica, y ni modo, estaban tan seditas que así se fueron quedando. Por cierto que “chivas va vos” las camisetías con las que las que los uniformó. ¿Inicia un nuevo partido político o un “movimiento social?

Y encima se fue a echar unas lagrimitas al aire con el que convenció a los que hambrientos de justicia, creen en cualquier que les llegue y les brinde la mano, y como son gente sencilla, de esa que nunca ha tenido nada más que la vida, pues se la creen y se les olvida echar una mirada en la mano que deja atrás. Solo ven la mano extendida, la esperanza de que al fin tendrán justicia.

El rollo es que la justicia debe ser pareja, y allí si está algo jodido (disculpe la expresión), porque usted no sabe, pero “en de repente” en una investigación honesta, surge que no todos los descabezados fueron producto de las escuadrones. En fin hay la mitad del camino para tratar de adivinar a qué juega usted. Pero a mí se me hace que al rato se queda sin amigos… Aunque eso la verdad no es tan importante, sobre todo si con Brasil no tenemos tratados de extradición.


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