martes, 12 de octubre de 2021

La soberanía como pretexto para fortalecer políticos


Soldados Salvadoreños patrullando el área fronteriza con
Honduras durante la guerra de las 100 horas, 1969.jpg -  
Cantinflash
Imagen ilustrativa sin fin comercial

La noche del 14 de abril, en el mesón en que vivíamos en Santa Ana, alrededor de mi padre se hizo un grupo de vecinos, mi padre, había salido al patio con un radio que captaba onda corta y se escuchaba a un locutor con voz urgente, leer la noticia de un ataque de la Fuerza Aérea Salvadoreña al aeropuerto Toncontín, en Tegucigalpa, Honduras. La guerra de las 100 horas había comenzado.

Esas 100 horas sirvieron para una guerra que, en palabras de un dirigente de izquierda, era una lucha entre pobres de El Salvador y pobres de Honduras, para defender los intereses de los ricos de ambos países. Años luego, leería a un Sr. Karl von Clausewitz afirmando que la guerra era la continuación de la política por otros medios y la política era solo uno de tres pilares que la sostenían. Entendería que la guerra siempre tenía un objetivo político que era el que había que descubrir para saber realmente qué intereses se atacaban o defendía, que dicho sea de paso, las más de las veces, no son los que públicamente se dicen..

La historia es rica en experiencias similares (Malvinas en 1982, por ejemplo). En El Salvador de 1969, la dictadura militar empezaba a conocer la oposición masiva. Temas como la insurrección y la creación de grupos armados, era, al menos, tema conversado por jóvenes militantes en partidos de oposición, no necesariamente clandestinos, para "calmarlos" llegó la guerra... el patrioterismo abundó y el alineamiento tras la "patria y sus símbolos" y sobre todo tras "su ejército" (ese mismo que torturaba y desaparecía salvadoreños), llevó incluso a que el Partido Comunista de El Salvador le brindara apoyo al gobierno del General Fidel Sánchez Hernández y más de un militante se presentó como voluntaria a los puntos de reclutamiento. Eso le dio oxígeno a la dictadura y pudo respirar con tranquilidad hasta octubre de 1979 (10 años).

Por eso cada vez que escucho tambores de guerra, reviso la situación económica, pero sobre todo política de quienes golpean tales tambores, porque eso es lo que dará la respuesta de la verdadera intención tras los discursos agresivos, la mostrada de dientes y el uso de los pobres de un país contra los pobres de otro. 

Los intereses y montos de esos intereses, hoy son diferentes de los que existían en 1969.

Antes bancos salvadoreños como Banco Capitalizador, tenían sucursales en Honduras, hoy es lo contrario... hoy, El Salvador sin industrias, recibe productos elaborados en Honduras... la realidad ha cambiado, las intenciones y objetivos personales de los políticos no, allí está la verdadera razón de sacar pecho para "defender la soberanía", "la patria"

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