... Lo que es ser salvadoreño...

Patrioterismo: Alarde propio del patriotero.
Patriotero: Que alardea excesiva e inoportunamente de patriotismo

El chauvinismo o chovinismo es definido como un “Patriotismo exagerado”, sin embargo en la adolescencia recuerdo que lo utilizábamos para significar patrioterismo, que para nosotros, por ampliación, era sinónimo de patrioterismo enfermizo, oportunista o abiertamente hipócrita.

Y me recuerdo del término cuando vengo de clases y me encuentro en las calles que rodean al super que sabe qué es ser salvadoreño, con jóvenes moviendo carteles promoviendo el negocio y señoras con el uniforme del mismo negocio regalando manzanas.

Y me recuerdo que recién ayer, un nuevo negocio abrió sus puertas y promete “bajar los precios” en las compras de las amas de casas y de todos los salvadoreños.

Y me recuerdo entonces de otra empresa, la línea aérea de los salvadoreños que en cada temporada (navidad, semana santa, agosto, fiestas julias o carnaval en San Miguel) recibía a los salvadoreños en Estados Unidos con los brazos abiertos y los precios más altos, para que viajaran “cómodamente” a su patria a celebrar con los suyos.

Qué fácil es, para algunos empresarios, convocar el amor del salvadoreño, acordarse que son nacionales, cuando una posible amenaza asoma su cabeza, entonces sí recurren al amor patrio, para recordarnos a todos que debemos ser solidarios… Mientras, atrás quedan los años en los que se dieron el lujo de no ser solidarios, evadiendo y eludiendo impuestos, mientras aprovecharon las “ventas locas” que nuestros gobiernos hicieron del patrimonio de todos los salvadoreños (ANTEL, Distribución eléctrica) para asociarse con extranjeros que sin el menor interés de saber qué es ser salvadoreño las compraban, porque evidentemente era un negocio redondo “blindado” por la legislación que para tal fin hicieron otros salvadoreños (muchos con doble nacionalidad)…

Ahora sí, todos debemos recordar qué es ser salvadoreño: seguir comprándoles a los mismos que nos pudieron vender más barato antes, y que hoy lo hacen obligados por la competencia… pues hombre amigo (como diría mi padre) provoquémosle que bajen más sus precios… al menos yo, me apunto con la competencia.