Me enteré por el suplemento Wall Street Journal de La Prensa Gráfica: una cubana escribiendo con gran calidad desde Cuba (desde dentro de Cuba), sobre la vida diaria, esas cosas sencillas que hacen el día a día en la isla, el blog se llama "Generación Y", la responsable es Yoani Sánchez y ella misma explica que el nombre está "inspirado en gente como yo, con nombres que comienzan o contienen una "y griega". Nacidos en la Cuba de los años 70s y los 80s, marcados por las escuelas al campo, los muñequitos rusos, las salidas ilegales y la frustración". Y me fui a buscarla, aprovecho una incapacidad (que me tiene por varios días encerrado en casa) y me dejo ir leyendo sus posteos desde el primero hasta el último.
Que bien escritos, que calidad, que sencillez, pero sobre todo qué amor por la Patria. Ese concepto difuso que significa tanto para algunos de nosotros. Para Yoani Sánchez, significó regresar de Europa (hacia donde había salido y residía ya legalmente) con un marido marcado por el régimen, su pequeño hijo, sus maletas de mano pero sobre todo su convicción de que, en contra de lo que le dicen quienes le aman, es lo correcto. Se queda en la Patria.
Que tiene de especial esto (aparte de que se está jugando el pellejo), que simplemente quiere que haya oxígeno político en la Isla, pero no lo pide importado (ni de Miami ni de ningún lado), lo busca dentro, criticando (y quizás resulte: ya repararon un reloj que ella indicó estaba dañado) con altura, con inteligencia.
Para muchos de mi generación Cuba fue un sueño, el primer "territorio libre en América", ¡Cuánto significó!: faro, luz, guía. Escuchar Radio Habana era peligroso, se escuchaba en susurros en la onda corta, cuidando de que puertas y ventanas estuvieran cerradas. Cuba, Cubita la bella, la que soñabamos conocer cuando la revolución triunfara.
Cuba, la de Martí y el Ché, la de Fidel, aquel barbudo al que escuchàbamos atento cuando prometía que habría "Revolución en la Revolución", porque aquello era un proceso indetenible, en el que los jóvenes eran los que tenían el reto más grande: empezar la construcción del hombre nuevo.
Y empilados con ese sueño, y obligados por la realidad local, asfixiante en lo político; abundante en pobreza y represión; escasa en libertades, nos embarcamos en el sueño de hacer avanzar nuestro propio proceso. Y vimos pasar becas y oportunidades para salir del país, pero la visita para Cuba sería para después, cuanto aquí la construcción del nuevo hombre estuviera asegurada.
Leo a Yoani y admiro su valor, su decisión, por eso la coloca en la primera lista de los sitios que "Vale la pena leer..."
Como ha cambiado Cuba, como el sueño del paraíso se fue deformando y la corrupción y el statu quo se convirtió en el enemigo más grande de la "Revolución en la Revolución", porque así es el ser humano, no quiere perder sus comodidades, y se convierte en la nueva dictadura. Yoani me ha llevado a escuchar música de Pedro Luis Ferrer: "Cuba como un espejo, si repartimos parejo, Cuba ciento por ciento si primero los de adentro" (Cubana 100%); pero ha sido "Yo no tanto como él", el canto que más me ha gustado:
Mi padre fue fidelista, yo no tanto como él
Pero quien toque a mi padre, tiene que darme también
tiene que darme también,
Yo no tanto como él, Yo no tanto como él, Yo no tanto como él, Yo no tanto como él
Mi padre fue comunista, yo no tanto como él
Quien le ponga un dedo encima va a conocer mi carey,
va conocer mi carey
Yo no tanto como él, Yo no tanto como él, Yo no tanto como él, Yo no tanto como él
Mi padre fue cederistas yo no tanto como él
Pero quien toque a mi padre, tiene que darme también
tiene que darme también
Yo no tanto como él, Yo no tanto como él, Yo no tanto como él, Yo no tanto como él
Detesto la burocracia que convirtió en eficacia,
en un montón de desgracias, de vanas prohibiciones,
aumentaron los rencores y mataron mil amores,
que ha pasado con la vida, tanta gente arrepentida, arrepentida
Mi padre en aquel Enero no me sacó del país
me vistió de pionero y me enseñó a combatir
y me enseñó a combatir
Yo no tanto como él, Yo no tanto como él, Yo no tanto como él, Yo no tanto como él
No voy a pedir perdón por la vida mía
Yo soy lo que supe ser y que maravilla,
y que maravilla
Mi padre fue Fidelista yo no tanto como él
Pero quien toque a mi padre tiene que darme también
Tiene que darme también
Yo no tanto como él, Yo no tanto como él, Yo no tanto como él, Yo no tanto como él
Tienen que darme también.
Ojalá, los fanaticos la comprendieran y cada día fuera menos difícil vivir en este mundo en el que la idea de que "estas conmigo o estas contra mí" es la que reina.
Ojalá Yoani no sea víctima del régimen o de los fanáticos que "espontáneamente" puede hacer marchas para marcar su casa y su vida.
Ojalá, que nuestras hijas e hijos hereden a nuestras nietas y nietos un mundo menos violento y menos dañino que el que hemos construido para ellos y ellas.
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