Enero es especial, está lleno de alegría y recuerdos:
Es mi aniversario de bodas, el cumpleaños de mi esposa, el de mi hijo. Políticamente es el aniversario del levantamiento campesino indígena en 1932 en el Occidente de El Salvador y el de la gran marcha de la unidad de 1980.
Así es enero, algo ocupado en recuerdos y alegrías.
Por fín (luego de más de dos años) nos logramos escapar tres días con la negra (mi esposa) para compartir y platicar. Ya hacía falta ese escape.
Por eso es que he estado tan callado.
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