martes, 26 de junio de 2012

Si fuéramos cheros...

Seguramente le llamaría Charlie, como lo hago con los compañeros de trabajo y los amigos, pero no somos cheros, así es que no le diré Charlie, solo le diré algunas cosas:

  1. Creo que se equivocó, a lo mejor la costumbre de tratar a las personas como su propiedad, le hizo olvidar que, creados a imagen y semejanza de nuestro creador, tenemos dignidad… intentaré darme a explicar (por no decir que me entienda un poco) mucha gente está apoyando la suspensión o reducción de labores (no se como le han llamado), no por los billetes (que definitivamente no caen nada mal en la situación a la que su amigo nos ha llevado), sino por la incomodidad de que los colocó a la par de los irresponsables, de los haraganes, de los vividores, que siempre existen en toda empresa o institución. Y es curioso, porque muchos de los que apoyan son parte de esos equipos productivos que no solo le han levantado a usted la imagen en el servicio, sino que además le han ahorrado gastos a la institución.

  2. Imagino que usted jamás escuchó o leyó esta frase: “Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti”, de Friedrich Nietzsche y creo que esa es su gran desventaja en este momento: ¿cómo creerle a alguien que no sólo ha mentido a quienes trabajan lealmente con él, sino que lo ha hecho a todos los que como bien escribió hoy: “nos pagan el salario”? A lo mejor quienes están a su alrededor y le quieren ya se acostumbraron a sus mentiras y las toman de manera normal, pero la mentira cansa y la lealtad no existe cuando va solo de un lado hacia usted, mientras usted, responde a esa lealtad, lanzando lodo sobre los que tan arduamente se han convertido en el equipo que con su trabajo, apuntala su éxito en el servicio, aun cuando “no haya dinero”.

  3. Sin duda, todos los que formamos la institución comprendemos lo crítico de la situación y seguramente se habría fácilmente aceptado la no inclusión de ese compromiso de los billetes extras, pero eso lo tuvo que haber platicado usted antes y no tratar de burlarse en el medio de una negociación tan seria. Es fácil hacer “tratos” hoy, para salir de un problema confiados en que mañana serán otros los que manejarán la crisis que ese trato trae consigo. Para usted es fácil, por eso firma con tanta fluidez, consciente de que esa deuda la pagarán nuestros hijos y nietos, no usted, ni su familia, porque ellos ya están seguros en el extranjero. Hoy ya está en el macho y tiene que cabalgarlo y le aseguro que incluso, en este momento, se podría haber platicado, pero no es su método y es comprensible, porque al final solo los que vivimos e hicimos la guerra por necesidad entendemos lo bella que es la paz y lo valioso del diálogo. Solo los que anduvimos calles y avenidas con el alma en un hilo, con un fierro en la panza o en las manos y con la conciencia clara de que del otro lado también andaban fierros y la misma decisión de vencer o morir, comprendemos eso. El diálogo es valioso y es la medida de los hombres inteligentes… y humildes.

  4. Somos solidarios por naturaleza, por eso pudimos haber comprendido la necesidad de atender primero a los más necesitados, pero es que viendo la caricatura de Ruz de este día (Página 25, El Diario de Hoy, del Martes 26 de junio de 2012), uno cae en conclusión de que algunos de los que están siendo atendidos no están tan necesitados. A lo mejor tampoco ha leído ese correo que anda dando vueltas por todos lados y que dicen fue escrito por un hombre de izquierda (evidentemente) un señor Nayib Bukele. Nosotros, los trabajadores, tenemos claro que en este mundo, como ya ocurrió en Grecia y España, mientras los capitalistas se llevan la “carnita” como dice don Nayib, los trabajadores nos repartimos el hueso, o lo que dejan de él y luego nos toca pagarles la medicina para que curen la indigestión que han ganado por su voracidad. ¿Por qué tiene que ser la clase media la que pague los abusos de los vivianes oportunistas metidos a políticos, que lejos de ayudar a la gente la insertan más en la pobreza negándoles educación de calidad, al menos trabajos en fábricas en lugar de promesas al revés?

  5. Ya metió a la policía y era lógico, el problema es que eso nos hace recordar el pasado y cuidado… Hasta este día yo no me he metido en nada, pero si tocan a un solo compañero o compañera, no dude que me verá en primera fila, porque no desperdicié mi juventud y arriesgué mi vida (que era mía) y la vida de mis padres, hermanas y hermano (que eran ajenas), para que usted venga y convierta a la Policía Nacional Civil en el equivalente de la Guardia Nacional o la Policía de Hacienda, sobre todo hoy que son militares la que la dirigen. ¡Cuidado! Despache a la casa a sus asesores (que son los que imagino que le han metido en este problema) y empiece a pensar con la cabeza, no con el hígado y piense como funcionario al servicio de quienes le pagan su salario y haga lo que debió hacer desde el principio: cumplir la ley.


MAFALDA (así con mayúsculas por el inigualable QUINO).

Bueno hay lo dejo, confiado en que este rincón al igual que la silla de Mafalda, apenas si es leído por mis amigos, pero con la impresión de que esto apenas empieza y que en un descuido, usted será responsable de una escalada de apoyos, porque pareciera que la gente ya entendió que es la unidad la que hace la fuerza y conscientes de que hace muchos años que derrotamos a la represión a la libre expresión.

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