Incapacitado, a medio vapor por el malestar y la medicina, nada como Víctor Heredia...
Más de alguna lágrima fue derramada escuchándola...
y todo el amor del mundo listo para hacer que la justicia brillara en el país...
A veces quisiera tener todavía la mitad de esa ilusión...
la mitad de ese esperanza
y el doble de esa valentía
Ya estoy viejo y el gran huevo es tener los amigos que tengo, poque su ejemplo me obligan a seguir pensando que es posible, como aquel maje que tanto quiero que me dijo cuando abandoné el blog: "Descansar esta bien, ¡Claudicar jamás!"
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