sábado, 4 de febrero de 2012

¿Un profesor para 200 alumnos?

Imagen: screenshot de http://www.elsalvador.com (El Diario de Hoy)

Ser maestro requiere, sin duda alguna, un don especial, un temple poco común, pero sobre todo responsabilidad.

La responsabilidad en el maestro surge de la conciencia de que está formando al ciudadano que asumirá el control del país, cuando los maestros y todos los demás ciudadanos actuales ya estemos viejos.

El caso que presenta "El Diario de Hoy" el viernes 3 de febrero, indica, por un lado la esperanza de que todavía hay maestros con don de maestros, con voluntad de hacer las cosas bien. Otra cosa será discutir sus capacidades y habilidades científicas, su nivel de conocimiento, etc. Pero, eso, incluso se puede obviar, en tanto es posible enseñarlo y aprenderlo. Pero la decisión inquebrantable de hacer que esta honorable profesión recupere el cariño, admiración y respeto que por años mantuvo, no se puede enseñar, viene ya con el ser humano que elige esta profesión por vocación.

Recuerdo declaraciones del Dr. An Wang quien explicaba que cuando llegó de su China natal a los Estados Unidos una cosa que le sorprendió enormemente, fue el poco respeto que se guardaba a los maestros; en China, explicaba el Dr. Wang, el maestro es un ser casi venerado por ser quien enseña ciencia y cultura. El Dr. Wang ya falleció, pero si pudiera visitarnos no se sorprendería, se asustaría, al apreciar las condiciones del magisterio nacional. Con un buen porcentaje de "maestros" faltos de vocación, con ausencia total de responsabilidad. ¿Los causantes? Ante la falta de una buena autocrítica por parte del Ministerio de Educación diremos que son los de siempre: la guerra, la violencia y los “20 años” (frase mágica para justificar la incapacidad propia).

El profesor Rafael Benítez, debe ser reconocido por su lealtad a la profesión que seleccionó para poder vivir, por su lealtad y respeto hacia sus alumnos y padres de familia del Centro Escolar en el que labora "haciendo de tripas, Chorizos" como decían los viejos buenos de antes de la guerra.

El ministerio de Educación debería de premiarlo, reconocerlo... seguramente no sucederá. Esta bien, seguramente al profesor Benítez no le hará falta. Le bastará que un alumno, cualquiera de ellos, le pregunte: "¿Habrá clase mañana maestro?".

Lo que si no deberíamos los ciudadanos dejar de pasar es, la responsabilidad del Ministerio de Educación, para sancionar a quienes han faltado a la responsabilidad que se les encomendó, esto incluye, no sólo al director y demás "docentes" del Centro Educativo sino también la Directora Departamental, que no solo no respondió a las llamadas del periódico (a lo mejor porque era número desconocido y pensó que podían ser las maras, responsables del 90% delas muertes en El Salvador, según el nuevo ministro de Justicia General Munguía Payés). Ella debería conocer esa situación, para eso le pagamos, para que las conozca y solucione.

Es necesario que, aun con la pérdida de quien dicen era un profesional de alta calidad y claridad en lo que había que hacer, el Ministerio de Educación se preocupe ya de lo que realmente debe preocuparle: la calidad en la educación... en el terreno, no en los titulars del periódico ni en los anuncios pre campaña electoral, sino en el día a día de los alumnos de este país.

No se puede educar en responsabilidad a los jóvenes, cuando el ejemplo que se les da en la práctica es que usted puede cobrar un sueldo sin presentarse a trabajar


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