El Diario de Hoy informa que hay tres centros educativos dirigidos por miembros de la congregación salesiana que a la fecha han sido públicos y hoy buscan convertirse en colegios. Según la ministra de educación "Si ellos como congregación deciden hacerlo colegio es una decisión libre y plena" porque son dueños del terreno y construcciones.
Conozco la ubicación de dos de esos centros escolares Mazarelo (Santa Tecla) y María Auxiliadora (Soyapango), nada más, pero la preocupación es que hasta donde entiendo, no son los únicos colegios católicos arropados por el Ministerio de Educación, quien asume la cobertura de salarios de maestros, costos de mantenimiento y otros gastos de funcionamiento de la institución.
Como reconoce la Ministra de Educación, los colegios católicos "son los de más alto desempeño en las pruebas nacionales e internacionales", le agrego yo, por eso es que generalmente, sus cuotas de escolaridad no pueden ser cubiertas por familias pobres.
Pero... como dice un amigo: "la culpa no es del indio, sino del que lo hace compadre", ¿Qué acuerdos ha firmado el Ministerio de Educación con la comunidad salesiana (en este caso) para pagar los maestros de las escuelas mencionadas? ¿Qué otros gastos ha cubierto el Ministerio de Educación (entiéndase todos los salvadoreños que pagamos impuestos)?; y me pregunto esto porque en el inciso segundo del Art. 79 de la Ley General de Educación se establece que: "El Estado podrá subvencionar instituciones privadas, sin fines de lucro, que cumplan con las estrategias de cobertura y calidad que impulse el Ministerio de Educación para lo cual se celebrarán los convenios correspondientes". ¿Acaso esos convenios nunca condicionaron la subvenciòn a cambio de seguridad en la educaciòn para las familias más pobres?
Si así fuera, el Ministerio de Educación ha estado cancelando el salario de maestros, cubriendo gastos de mantenimiento y seguramente material educativo y quien sabe què otros gastos en instituciones que crearon prestigio a lo largo de los años, gracias a la calidad del personal docente, a los lineamientos morales y éticos que sus dirigentes practicaron o dejaron de practicar, a la confianza que la comunidad educativa tuvo en ellos y a los impuestos que cancelamos todos los salvadoreños que tenemos ingresos o que compramos o consumimos bienes y servicios (es decir todos).
Hoy con el prestigio ganado, tales entidades van a convertirse en colegios (entidades privadas de educación). No voy a enjuiciar si esta decisiòn va alineada con el pensamiento de don Bosco o no, no soy conocedor en mucho sobre el tema y ademàs estoy prejuciado en general con la mayorìa de religiosos, a pesar de la muy honrosa excepciòn de don Josè Manuel Guijo, de quien ya antes comentè el impacto que causó en mi vida.
Señalo la docilidad, la falta de responsabilidad de los dirigentes del Ministerio de Educaciòn, que simplemente se dejaron doblar el brazo y salen (como ya antes lo intentó en la Escuela de Educación Especial de Santa Tecla) con brillantes soluciones como la de "trasladar a todos los docentes a lugares que les queden cerca de sus casas. Por lo tanto el maestro no va a quedar sin empleo", ¿Y los alumnos, esos que son la razòn de ser del Ministerio de Educación, que son la razón de que la ministra tenga trabajo, que son sus clientes? La ministra afirma que en esto son los padres de familia los que tienen que decidir.
El asunto para el Ministerio de Educación es tan grave que "Las autoridades tendrán una reunión con los centros al retorno de las vacaciones de agosto".
¿Y mientras? ¿Que pasará con todos aquellos padres y madres de familia cuyos ingresos no les permitan matricular a sus hijos en un colegio?, pues esperemos que las vacaciones estimulen la creatividad de la Ministra y su equipo y màs que enviar a los maestros a otras escuelas "cerca de sus casas" mejor los dejen cerca de sus alumnos, aun cuando eso implique un poco màs de pensamiento y creatividad de parte de los funcionarios de educación, ¡Ojalá y el Divino Salvador del Mundo se haga el milagro!.
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