domingo, 28 de mayo de 2017

Nos han visto la cara...



La publicación de “El Faro” ”Los libros de las partidas secretas de los gobiernos de ARENA” muestra el abuso que se ha dado de los fondos públicos, entiéndase lo que usted, los demás salvadoreños y yo pagamos en impuestos.

El resumen cubre dos y medio gobiernos anteriores, lógico es preguntar ¿esa realidad sigue siendo actual?, ¿la contabilidad en casa presidencial sigue siendo de dos libros: el oficial y el paralelo? O incluso ¿el oficial y el invisible, que ya no se escribe?

¿Y los artículos 224, 228 y 230 de la Constitución? ¿Y el Art. 1 y el Art. 2? Ignorados totalmente por los presidentes, quienes son los primeros llamados a defenderlos, ¿acaso no es por su palabra de honor que juraron defender la Constitución? ¡Vergüenza para sus hijos!

El morbo político, que desde las redes sociales “dirigen” el pensar del ciudadano uniformado mentalmente, ha salido de inmediato en una de dos posiciones:
  1. “Allá están los ladrones, aquí los honestos” sin cuestionar, ni permitir cuestionar si esas acciones se siguen dando hoy por los que gobiernan y el robo sigue siendo resguardado en un libro paralelo o peor, sin registro alguno. Conclusión: ¡No permitamos que regresen!

  2. “Incapaces que gastan sin medida”, sin aceptar lo que hicieron sus antecesores en el mismo partido. Conclusión: ¡Hay que sacarlos del poder!

Y en este “sacarlos” o “evitar que regresen” nos damos cuenta que por años los unos nos han dicho que la situación económica pública es porque otros no pagan impuestos y los otros nos han dicho que es porque los unos gastan mucho dinero, y resulta que los unos y los otros gastaron sin medida y no pagaron impuestos. Como diría mi abuelita, ambos “nos han visto la cara”; y mientras la deuda del país crece, sus patrimonios también crecen, los servicios de calidad para los ciudadanos disminuyen.

Trato de hilar el impacto de esto, me doy cuenta que estos millones de dólares no solo “desaparecieron” del fondo general de la nación (la bolsa común a la que la Constitución ordena se sume todos los ingresos del Estado), que nunca cumplieron la misión que tenían (y que la constitución define), que no se pagaron impuestos por ellos ya que fueron fondos bajo la mesa, en fín, da la impresión que el país no tiene esperanza.

Cada día el listado de eventos de corrupción indican que lo que existe es una pila de porquería en el que están todos los políticos, todos los colores, todos… o quizás no todos: a lo mejor hay uno solo que se salva: el diputado cuya esposa recibió, por medio de una ONG a la que dirigía, más de medio millón de dólares, pero que él, al aprobar ese pago, no sabía que la esposa era parte de la ONG y, es posible, porque según veo y escucho en declaraciones que él mismo da en Televisión Legislativa, ha sido él quien ha más luchado porque el presupuesto de la fiscalía se aumente para poder investigar, entre otras cosas la corrupción.

¿Y por cierto? ante este volcán de miasma ¿Qué harán las instituciones que investigan?

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