domingo, 7 de mayo de 2017

“Bastante ayuda nos están haciendo allá”



Lo escuché en un noticiero el sábado 6 de mayo, lo dice una señora que es entrevistada sobre el trabajo que está haciendo el alcalde de su municipio y se refiere a que el funcionario ha estado haciendo su trabajo.

A un funcionario se le paga para que administre la cuestión pública del municipio, del departamento o del país que le es designado como alcalde, diputado o presidente.

Administrar, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es “Ordenar, disponer, organizar, en especial la hacienda o los bienes” en el caso de los funcionarios, sería ordenar, disponer y organizar de la hacienda pública.

Ordenar es, según el mismo diccionario: “Encaminar y dirigir algo a un fin”. Disponer es: “Deliberar, determinar, mandar lo que ha de hacerse” y finalmente Organizar es: “Establecer o reformar algo para lograr un fin, coordinando las personas y los medios adecuados”. La Hacienda Pública, según la constitución de El Salvador son todos los bienes muebles, inmuebles, derechos y deberes que tiene el Estado o la municipalidad (Art. 223 Constitución de la República y Art. 60 Código Municipal).

En otras palabras el funcionario está obligado a establecer un plan de trabajo (plan de gobierno municipal, nacional o plan de trabajo legislativo), a seguirlo al pie de la letra, tal cual se lo propuso a quienes votaron por él o ella. Discutirlo, tomar decisiones sobre el mismo para, utilizando de la mejor manera los recursos disponibles (personas, dinero, equipos, etc.) poder alcanzar el objetivo que se trazó al escribirlo y proponerlo a los votantes.

El funcionario cuando ejecuta una obra de infraestructura (puente, parque, parqueos públicos, mercados, etc.) no está haciendo un favor, está haciendo su trabajo; Cuando inaugura un programa de seguridad ciudadana, escuelas municipales para jóvenes en deporte o artes, no está haciendo un favor, está haciendo su trabajo.

Está bien reconocer que ha hecho o está haciendo su trabajo, votando por él o ella en las próximas elecciones, pero no hay que pensar nunca, que ese funcionario, nos hace a los ciudadanos, un favor.

Un alcalde no nos está ayudando con el puente, con el pavimentado, con la recolección de basura, está haciendo su trabajo. Un diputado no nos ayuda con la austeridad, con promociones de leyes para protección, etc. Está haciendo (si es que lo hace), su trabajo, para eso se le paga y además se le brindan una cantidad enorme de beneficios que no aparecen en ningún otro contrato colectivo de trabajo para ninguna empresas pública o privada o institución pública, son beneficios exclusivos para ellos y ellas.

El presidente no hace un favor al reunirse cada fin de semana para publicitar sus obras, está cumpliendo con el deber que la constitución le manda. Entender esto es importante para que la democracia surja en El Salvador, mientras sigamos pensando que el funcionario está haciendo un favor o nos está ayudando por una obra o programa que ejecuta, perdemos el derecho de hacerle sentir que debe cumplir lo que nos ofreció en campaña y que nos llevó, como ciudadanos, a votar por él o ella.

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