El primero de mayo es el Día Internacional de la Clase Trabajadora.
Este día en todo el mundo, los trabajadores y las trabajadoras salen a las calles para marchar juntos, como la fuerza inigualable que son cuando caminan juntos, cuando se convierten en la esperanza que camina calles y países… hombres y mujeres, trabajadores todos, que juntos pueden construir el presente de manera diferente y cambiar el futuro para bien de todos, es un día que permite soñar.
El primero de mayo, es un momento sagrado de cada año, para recordar y agradecer.
Recordar a los obreros y obreras que a lo largo de la historia han dado hasta la última gota de vida por alcanzar justicia laboral, que no escatimaron esfuerzo para convertir a las sociedades extremadamente explotadoras de la revolución industrial, en sociedades, menos esclavistas, de ocho horas laborales, ocho horas en familia y ocho horas para descansar Agradecerles el esfuerzo y entrega que mostraron en una lucha que era desigual y que, por costumbre, debieron haber ganado los capitalistas.
El primero de mayo es un día de honor, hacia los caídos defendiendo ideales de paz, justicia social, justicia laboral, de trato respetuoso hacia el trabajador... pero también hacia aquellos que sin morir como mártires, defendieron los mismos ideales y tuvieron el valor de denunciar la injusticia y el abuso del capital sobre el trabajador, entre ellos está, indudablemente, Juan Pablo II.
No puede ser casualidad que quien escribiera “Centesimus Annus” en el aniversario de “Rerum Novarum” de León XII, el mismo que dejara claro que la deuda externa en realidad es una deuda eterna y que exigiera que el capitalismo voraz diera espacio a la justicia social, sea beatificado en el día internacional de la Clase trabajadora.
Por este día de celebración, recuerdo las palabras de Quique R., mientras platicabamos en una reunión de directiva de colonia, luego de uno de esos enérgicos pronunciamientos del Papa Juan Pablo II, "Puta compadre, ese tu Papa se pela, si sigue así vamos a tener que llamarle Compañero Papa". Para nosotros, el "compañero", es un titulo de honor solo para algunos elegidos, lógico entonces que pensaramos en llamarle Compañero a un hombre capaz de luchar contra los nazis, contra los comunistas y contra el capital voraz, inhumano. Ese era el Compañero Papa Juan Pablo II, a quien este primero de mayo "Día Internacional de la Clase Trabajadora" sera beatificado.
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