Aun no comprendo porque era necesario un referéndum en Venezuela sobre la reelección continua del presidente Chávez.
Para mí es simple. Si el presidente Chávez tiene un proyecto realizable y de beneficio para los pobres venezolanos, que lo desarrolle y que ese desarrollo incluya la preparación de cuadros dirigentes que le reemplacen, cuadros que sueñen y se comprometan con ese proyecto, que lo hagan suyo, que lo vivan, que lo desarrollen con la misma energía y entusiasmo con que lo está haciendo el presidente Chávez.
Nadie es indispensable, en todo caso necesario, pero no indispensable. El caudillismo (de derecha o izquierda) es dañino para los pueblos y es, a mi humilde parecer, una contradicción en regímenes autodefinidos como revolucionarios.
El cambio no es estático ¿Para qué quedarse en el poder mediante reelecciones o sin ellas? Si se desarrolla un proyecto (especialmente si éste es revolucionario), la primera exigencia debería ser formar cada día mejor a los jóvenes, retarles la creatividad, apoyar su ingenio y exigirles calidad; lógico, requiere alimentación adecuada, estudio de calidad (con buenos profesores) y mucha inversión, exige además abandonar la mediocridad en la formación académica y humana, y aceptar, con humildad, que no somos eternos.
No es necesario residir eternamente en la casa de gobierno, el mejor premio para todo revolucionario es saber, que al retirarse (por vejez, enfermedad o muerte) habrán muchos, miles, millones de jóvenes con capacidad, creatividad y toda la energía por delante para avanzar en el camino tomado. ¿Qué sentido tiene que otro viejo con nuestras mismas (o peores) mañas y errores llegue a reemplazarnos?.
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