¿Qué elegimos cada cinco años, un rey o un presidente?
¿Usted no se lo ha preguntado?
Yo lo hago siempre, o al menos, recuerdo que lo hago desde que regresamos a la democracia luego del primer gobierno electo en esta nueva etapa, que inició en 1984.
¿Cómo es posible que en una “democracia”, un presidente pueda estar por sobre la ley, pueda ordenar a los bancos privados lo que deben hacer y cómo hacerlo, pueda estar por sobre las demás autoridades (Ministerio de Hacienda, Corte de Cuentas, Fiscalía General de la República) y, peor todavía, que tenga el “poder” de silenciar, de alinear bajo su discurso de transparencias y honestidad a los medios de comunicación, “comprando” directores o periodistas para que nos vendan las bellezas de su “gobierno”.
¿Qué elegimos cada cinco años?
Mientras finalizaba cada discurso con “Dios bendiga a la tierra cuscatleca”, el malacate Saca, se dedicaba a tomar para su patrimonio, impuestos, préstamos y otros ingresos, fondos y más fondos que usted, yo, nuestros hijos y nietos deberán pagar, porque la Fiscalía General de la República ha sido incapaz de hacer que esos 301 millones de dólares vuelvan a las arcas del Estado.
¿Qué elegimos cada cinco años?
Un fulano que convertido, por su propio delirio y nuestra indiferencia, en dueño del país y sus recursos, se ha convertido en asesino de nuestra vida, de nuestra seguridad, de nuestro futuro, peor todavía, del futuro de nuestros hijos y nuestros nietos… Cuando digo "nuestros" me refiero a todos los salvadoreños.
Es que usted nunca se ha preguntado: ¿Qué elegimos cada cinco años?
Cada cinco años, elegimos una persona en la que confiamos nuestro presente y el futuro de nuestros hijos, cada cinco años vamos obedeciendo a la ley electoral, a "decidir por mayoría", quién será el administrador de la cosa pública para beneficio de todos los salvadoreños, ahora sabemos TODOS, sin lugar a dudas, que no ha sido así. Ahora ya no pueden criticarme y decir que soy un traidor, no nos equivocamos los que señalamos que lo público estaba siendo robado.
¿Es que usted no se ha preguntado nunca: Qué elegimos cada cinco años? ¿Un rey, un presidente, un simple ladrón que nos da discursos bonitos para que sigamos cambiando espejos por oro?
¿Por Dios, despierte y pregúntese, antes que la Patria se nos muera, como le ha tocado a los bolivianos en los 7
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