En un segundo corrieron por la mente tantos recuerdos, tantos rostros, tanto sacrificio.
Por segunda vez en mi participación electoral anulé mi voto.
Soporté la presión social de mis amigos, muchos de ellos, entrañables camaradas. Soporté la presión de los compañeros de trabajo, de estudio, de muchos con los que he compartido buenos momentos.
Sigo convencido de que, desgraciadamente, no me equivoqué.
La realidad próxima impone a El Salvador una serie de retos insoslayables:
- Las finanzas públicas tienen una situación delicada.
- Los ingresos, aun cuando el gasto fuera más eficiente, no representa lo que los ingresos evidencian en las calles (carros de lujo, colonias de lujo, importaciones de lujo).
- La deuda previsional no puede seguirse ocultando. Se debe enfrentar y buscarle una solución que ojalá, no lastime más el futuro y el bolsillo de los trabajadores. Todos hablan de subir los años, de subir los montos de ahorro, pero no de rebajar los cobros que las AFP hacen por administrar tan pobremente los ahorros. Los bancos pagan intereses por ahorrar, las AFP cobran por pagar un mísero interés. El Estado ha obligado a las AFP y ahora cada ciudadano común y corriente que ahorre en una AFP para su retiro, tiene el 80% de su inversión en papeles del gobierno.
- La violencia debe controlarse. Las personas que mueren no pueden seguirse midiendo en si son más o menos que las de los últimos 20 o 25 años, ¡son personas por Dios!, son seres humanos, son padres, hermanos, hijos, familiares de alguien que se queda lamentando su partida. Los fallecidos en ocasiones producen hijos en abandono a la pobreza y el círculo de violencia sigue creciendo.
- La deuda externa e interna ha crecido demasiado, Las decisiones que se han tomado no han sido lo mejor.
- Pero sobre todo estoy convencido que se traicionó a los pobres, porque se mantuvieron como mendigos, extendiendo la mano para recibir uniformes, zapatos y paquetes en lugar de una educación de calidad que les permita salir de la pobreza a los más niños, a los jóvenes alejarnos de la frustración que la misma sociedad les brinda sin sentimiento de culpa.
Si no gana en primera vuelta el FMLN, entonces que pena, don Meme estará muy preocupado. implica que todas las maniobras hechas incluso durante el día de elecciones no le produjeron el resultado esperado y corre el peligro de verse convertido en otro Paquito.
Pero esto es especulación, aun falta mucho por esta noche... mañans será otro día.
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