lunes, 6 de julio de 2009

Otra del día que llegó Ana Guadalupe al auditórium de derecho

(Para entender este post, sugiero que lea el anterior)

Puesiesque, como el Romel me dejó clavado en la puerta me tocó junto al campesino (que vergüenza ni del apodo me acuerdo), estar cacheando (revisando que no fueran armados) a todos los varones que entraban, bolsos... lo que hacen en la entrada de los bancos en estos días, pero nosotros teníamos que revisar desde el pecho hasta los pies y uno tras otro, era super cansado.

Pues en medio de tal actividad se me ocurrió una idea, el compañero de Morazán revisaría de la cintura para arriba y yo me quedaría ya de una vez agachado revisando de la cintura para abajo, pues le dimos en serio a la revisada y así en serie (sólo medio cuerpo cada uno) avanzábamos más porque él no se agachaba y yo no me ponía de pie.

Pues aquello se fue calmando pero yo suponía que la comandante Ana Guadalupe Martínez, ya estaba adentro, pero en la presión de la revisada medio escuchaba los discursos, ni se quienes hablaron, y cuando se hacían grupos de gente otra vez a revisar y el mismo método, haciendo eso de repente inicio la revisión y fue un sólo golpe eléctrico de esos que te pegan en la espalda: mientras mis manos tocaron esas botas jungla militares, y alcancé a ver un pantalon jeans metido en las botas, simultáneamente la mano que me tocó el hombre, el resorte que me pone de pie al ver el arma y en cosa de segundos alcancé a ver la pañoleta "ERP", suerte que no estaba armado, no porque quizás me hubiera matado o al menos pegado mi par de trompones (en esos días era increíble como mecanizabas algunos movimientos) y el corrientazo se convirtió en alivio cuando vi a la valla armada de la comandante que entraban por la puerta principal, como los demás que habían entrado y (como iban hombres y mujeres) me pareció ver dibujada bajo el pañuelo la sonrisa del primero y que movía la cabeza diciendo no, como cuando vos te reís y decis que Pend..., pero bueno, luego fue la carcajada de todos los que estabamos allí, porque la seguridad y la comandante eran un cometa, no se detuvieron para nada...

Yo no esperaba que entraran por la puerta principal (a lo mejor nadie), la seguridad era estricta y creo que en ese par de segundos pensé "se armó el desmadre" porque aun cuando no conocía como estaba la seguridad, si pude ver que estabamos en todos lados, en la azotea, en los pasillos, dentro del auditórium, todos con la seña (una tira roja bajo la manga de la camisa en el brazo -no recuerdo si derecho o izquierdo-) y de momento pensé "¡nos cayeron!" (la Guardia Nacional o el Ejército), pero "¿cómo pudieron pasar del portón de entrada a la facultad de derecho?", simultáneamente me confundió el que llevaran jeans (el uniforme del ERP en esos días era una camisa caki con caponas y un jeans azul, botas jungla y la boina ¡Claro! y el pañuelo en la cara), estos pensamientos, la mano del camarada de Morazán en mi hombro para avisarme que eran la seguridad de la comandante y la comandante misma, y ver el pañuelo, ¡Carajo! fue una reacción en cadena de lo más extraña, así es que la risa fue liberadora.

Luego, ya todos adentro, se calmó el acceso de la gente y pudimos prestar un poco de atención a la charla, escuche a la comandante y escuché cuando respondió a la mamá de Gregorio, que Jorge Luis no había estado detenido con ella, sino que supo de él por otros compañeros que habían llegado de otro cuerpo (no se si la Policía de Hacienda o la Policía Nacional), Marlon y yo, solo vimos a Gregorio y creo que le palmeamos la espalda, dándole nuestra solidaridad, la comandante le pidió a la Mamá de Gregorio que subiera al escenario porque quería abrazarla y darle una copia de "Cárceles Clandestinas" autografiado, pero la señora no subió. Luego nos comentaría Gregorio que ella le dijo que esperaba el apoyo de él, por eso no subió. Así fue ese día. Al final no vi a Romel y nos escapamos, y hasta entonces vi, y me convencí, que la Guardia, la Policía de Hacienda y la Policía Nacional, ni juntas ni separadas habrían pasado el portón de la facultad, ese edificio estaba blindado a puro combatiente del ERP, y milicianos de las Ligas Populares 28 de Febrero. Pero para entonces ya era noche y antes que me viera nuevamente Romel me fui a dormir a la casa que en la que poresos días vivía.

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