jueves, 21 de mayo de 2009

Benedetti


Bueno se nos fue don Mario Benedetti...

No se en qué fecha la escuché por primera vez, no sé cuando se hizo canción, pero sé que "Hombre preso que mira a su hijo" fue un impacto tremendo en mi vida: Guardo una especial admiración por aquellos camaradas que, en el medio de la represión de los setenta, tuvieron hijos; mi decisión personal fue que mientras mantuviera actividad política clandestina, no tendría un hijo, decidí eso luego de escuchar ese poema de Benedetti, en voz de Pablo Milanes, al escucharlo tomé conciencia de lo terrible que sería dejar a un niño o niña sin padre en esa realidad; .

...que tus ojos redondos
miran hipnotizados ...


La vida en esos días, no valía nada (y no era canto), la represión estaba en cada esquina, el secuestro y la desaparición te encontraba a la salida de la escuela, del Instituto.. y en el medio de toda esa belleza de palabras que sólo el poeta puede colocar, me encontré con muchas cosas:
la dura realidad de la tortura

...me dieron picana
que casi me revientan los riñones...

...son durísimos golpes
son botas en la cara...


la lealtad a toda prueba a los ideales y a los camaradas,

...que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos

y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
qué parada
qué casa



el amor que te motiva a guardar el silencio

...y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar
una cosa es morirse de dolor
y otra cosas morirse de verguenza...


el supremo acto de dignidad, superar la débilidad de los torturadores, sería nuestra carta de presentación para el resto de la vida

...por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder...


y que en medio de toda esa miasma, todos llegaríamos a ser iguales

...llorá nomás botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos

gritamos berreamos moqueamos chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse...



Hoy tantos años después cuando veo a los dos magníficos seres humanos que Dios me regaló como mis "botijas", puedo afirmar que no tener hijos fue una decisión correcta en esos años... y justo en este segundo recuerdo a Manuel,que muere en una acción (cosa diaria en esos días), pero me recuerdo de él porque unos días después vi a su esposa y no puedo evitar recordarla sentada en el medio de nuestro local, con su vientre de casi 9 meses, con una tristeza que sólo verla te hacía llorar... y mejor dí la vuelta y me fui, no puede llegar hasta ella para hablarle o abrazarla.

Eramos duros (o lo simulábamos), pero también amábamos, a lo mejor el amor nos hizo endurecernos.

Fue hace tantos años y sin embargo lo recuerdo tan claro...

hoy somos otros, al menos yo soy otro, mis dos "botijas" me han vuelto casi un ser humano, con sus errores y aciertos, pero ser humano...

Ahora puedo llorar de alegría al ver a mis hijos triunfar, al verlos felices, creativos, vivos, pero sobre todo verlos, mirarlos, escucharlos...

Nunca me cansaré de agradecer a mis hermanos que tuvieron el acto más supremo de amor: morir en silencio en las salas de torturas, hoy, en medio de la esperanza de que ya va a ser 1 de junio, les recuerdo y no puedo evitar ver borrosa esta pantalla, porque les recuerdo... hago caso a Benedetti: lloro pero no olvido.

No conocí a Benedetti, y él tampoco supo que en esta esquina del mundo, tenía un admirador, qué, a pesar de lo difícil de obtener su poesía y escritos (en aquellos años de juventud) pudo leer algo escrito por él y estimarlo por eso, pero especialmente por "Hombre preso que mira a su hijo"...

Gracias don Mario...

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