domingo, 25 de octubre de 2009

La reforma fiscal – Parte I

Parte I, porque seguramente será necesario tocarla más adelante en la medida en que el ministro de Hacienda suelte prenda e informe, bien por la web del Ministerio de Hacienda, bien por los medios de comunicación, a los ciudadanos comunes y corrientes, no agremiados en ANEP o el Colegio de Contadores, el contenido de la misma.

Santos Juliá (La Columna – Bajar y subir impuestos es de izquierdas – El país Domingo 25-10-09 – España – Página 20) dice una frase que es interesante, cuando escribe que el “el fraude fiscal” es “cometido por un amplio sector de la sociedad española” y que a este sector “le da exactamente igual que los impuestos bajen o suban porque en ningún caso los paga”.

Y eso justamente ha estado sucediendo en El Salvador, los impuestos no se han estado pagando y no han estado siendo cobrados, baste una pequeña muestra que ha publicado El Faro (Y esto que a este señor solamente le están hablando de renta, algunos otros salvadoreños naturales o jurídicos, seguramente tienen técnicas similares para renta y además, paraIVA).

No puedo afirmar que los grillos dejen de cantar victoria por su sagacidad y la importancia de las amistades que se gasta, porque repito, hasta que el ministro no nos baje la información para que la publiquemos no podremos comentar mayor cosa, pero la realidad ha sido que ha habido abuso y eso es innegable.

Las empresas pueden de acuerdo a la ley de Renta deducirse todos los gastos Art. 29, Ley del Impuesto sobre la renta), la cuestión es de ética: ¿Quién garantiza que el combustible, el mantenimiento (de equipo, inmuebles, etc.), la bebida y comida que se ha consumido en un año y se argumenta que es de la empresa, realmente es así? ¿El contador de la empresa, asalariado del propietario? ¿El empresario, interesado en obtener más rentabilidad por su inversión?

En este momento la lucha que le han lanzado a las reformas indica que realmente lo que va a pasar es que van a empezar a pagar impuestos, por eso ya no les da lo mismo que bajen o suban impuestos, les preocupa que se van a cobrar como Dios manda, como la ley ordena y como seguramente, hasta la fecha no se ha hecho.


viernes, 23 de octubre de 2009

Hola Edith

Hola Edith:

Abril y octubre son meses especiales. Abril es el inicio del color, de la vida. Octubre es la despedida, la caída de las hojas, la llegada del viento, ese rico viento que hace recordar la llegada de la vacación cada año en la escuela primaria, la despedida de la adolescencia en el Tercer Ciclo y el adiós a los condiscípulos en el Bachillerato.

Octubre siempre fue un mes duro, y sigue siéndolo porque me sigue sabiendo a despedidas. Tu familia se ha ido contigo, eso es bueno y me alegra. Pero en el medio de este rico clima y con el viento soplando alrededor no puedo evitar pensar en los momentos que tuve en tu casa y nunca te los he agradecido, ni a tì, ni a tu familia.

Es cierto, últimamente me he alejado, ya no les visito como antes, pero en mi mente persiste el recuerdo de que en los días en los que no podía confiar en nadie, llegar a tu casa y a la de Margarita era un oasis, era una alegría, era un descanso. Era desconectarme de la realidad que me rodeaba y sentir únicamente tu amistad y la de la Chata.
Cuando lograba escaparme de San Salvador y llegaba a Santa Ana, sin riesgos ni carreras, hacer siempre el mismo recorrido: casa de Margarita, caminar juntos hasta tu casa, sentarnos a platicar los tres y en un par de horas ponernos al día, contarnos las novedades, cuántas buenas noticias nos dimos en esas reuniones, o tal vez para ser justos debería decir, cuántos buenas noticias me dieron en esas reuniones: la llegada de Raúl tu primogénito, tu necesidad de buscar un nuevo rumbo hacia el Norte, la inquebrantable decisiòn de lograrlo, hasta que te fuiste.

Era obligatorio cada 24 de diciembre ¿lo recuerdas? Debía escaparme de la locura en la que estaba metido y llegar a casa de Margarita, luego ir caminando despacio, mientras el sol iba bajando y la plática crecía, hacia tu casa, llegar, escuchar el vozarrón de tu padre saludando con risa abierta a todos, a tu madre hecha una locura preparando aquì y allá, comida o despachando en la tienda y nosotros tres sentados, como los amigos que teníamos un par de horas para ponernos al día de cómo la vida nos había llevado.

Y en esas dos horas recuperar la vida dejada a lo largo del año en susto, miedo, esperanza, frustración. Recuperar la vida, solamente eso, tu casa era una recarga de baterías, me contagiaba la alegría de todos, el respeto, el cariño que existía, el preocuparse unos de los otros.

Por eso cuando por fin te dejas venir, es tan importante encontrarse contigo, porque aunque tu no lo sepas, en el medio de la guerra que preparábamos, yo tuve dos islas de amor: la casa del Choco Dany en San Salvador y en Santa Ana, tu casa con Margarita y vos a mi lado, repartiendo sonrisas, chistes, cosas nuevas y por supuesto recuerdos.

Que bueno que ya estàn todos juntos para seguir llenando el mundo que les rodea de cariño y amor, como el que me prodigaron a mí, en los días en que confiar en nadie era la regla de oro para seguir vivo. Gracias a todos, pero especialmente a tí y a tus padres por ello.