Hola hermanos, donde quiera que estén, a lo largo y ancho de este pequeño país y del enorme mundo. Hace más de un mes que no escribo y es porque estaba desanimado, uno de los últimos fue sobre el cambio.
Bueno, la mayoría de ustedes me enseñaron que hay que ser humildes y cuando nos equivocamos se reconoce y se corrige.
El jueves tuve una reuniòn de trabajo y creo que el cambio va y en serio, luego les cuento, ahora sólo les diré que este día me sentí frente a la pared, el muro en el que está el nombre de muchos de ustedes y pensé en cuadrarme y decirles que esto va y que de mi parte voy a cumplir el compromiso que cuando adolescentes nos prometimos, que vamos a hacer que este país cambie. Por eso dejamos las becas a la Unión Soviética y por eso nos quedamos agazapados esperando que no nos encontraran mientras de cuando en cuando, diariamente, hacìamos algo que hiciera avanzar el proceso.
Pues bien, este fin de semana me he sentido contento y esperanzado. Y aun cuando me ha faltado valor para cuadrarme frente a la pared, les he recordado como lo hago siempre, sonriendo y jodiendo... planeando y soñando... hablando y sonriendo... siempre felices, con lo que nos quedara de vida por delante disfrutándolo, haciendo como decía el Chicho, ver la luza del sol, haciéndolo una experiencia única, porque a lo mejor era el último sol que veríamos. Pero hoy es diferente, hoy hay esperanzas, mis hermanos, creo que este país va a cambiar, me parece que el equipo que gobierna tiene claro como avanzar, asì es que aquí me tienen, buscando libros que ya había guardo porque sólo los gobiernos anteriores sólo eran proyectos pajas, recordando viejos consejos y teorías sobre la web y todas esas tonterías en las que alguna vez me empilé y que había dejado tiradas porque todo era pura paja.
Va por ustedes mis hermanos, va por ustedes... porque desde aquì yo voy a seguir rezando porque un día se acabe la niebla...