sábado, 7 de octubre de 2017

8 de octubre de 2017



Radio Habana Cuba se escuchaba en ese pequeño radio con mucho silencio alrededor, porque el volumen era el menor posible (era prohibido escucharla durante la dictadura militar). Y desde esos viejos parlantes surgía la voz potente y bella de Sara González (La Habana 13 de julio de 1951 - La Habana 1 de febrero de 2012), cantando la poesía de Eduardo Ramos Montes (20 de octubre de 1946): “Su nombre es pueblo”.

En la adolescencia se es poderoso, se puede cambiar el mundo, se quiere un mejor futuro, aun no se es egoísta, se piensa en los demás… es la edad de la entrega, de compartir, de arriesgar… los adolescentes de esa época, somos una generación de unos muchos con honestos sueños frustrados y de unos pocos oportunistas hipócritas millonarios.

Luego del fraude electoral de 1972, surgía la firme convicción de que era necesario, cambiar el mundo, que había que arriesgar todo, con la conciencia de que se podría morir o desaparecer (secuestrado, torturado, asesinado y lanzado en cualquier lugar, río, mar...), y así, voluntariamente (en la mayoría de casos, sobre todo en los primeros años) cada quien tomó su decisión: ser o no ser parte del esfuerzo de cambiar el país.

Este día 8 de octubre, pienso no solo en los salvadoreños que lo hicieron, también en los nicaragüenses jóvenes que pensaron que era necesario arriesgar todo para detener a la “contra”; de los cubanos que pensaron que podían exportar el “paraíso” a África u otros lugares de América o que había que soportar todos los períodos especiales uno tras otro, para vencer, para triunfar; a los chilenos luchando contra la dictadura; como lo hicieron miles de uruguayos (no los oportunistas que fueron a joder a otros países, sino quienes se quedaron arriesgando el pellejo hasta convertirse en rehenes de la dictadura), argentinos, brasileños, guatemaltecos, miles de jóvenes en cientos de lugares, soñaron que un futuro nuevo podía construirse... en ellos pienso este día.

Hoy, día del guerrillero heróico (8 de octubre), los recuerdo a todos y agradezco la voluntad de arriesgar todo, de arriesgar a sus familias, de entregar sus vidas… sus sueños… de dejarnos sus esperanza… a todos ellos (hombres y mujeres) les recuerdo sin llanto, se les recuerda en los brazos, se les recuerda en la tierra y eso me hace pensar que no han muerto al final y que viven allí, donde (todavía) haya un hombre presto a luchar, a continuar.

Hasta siempre hermanos, se les quiere y siempre les recordaremos como los hermanos que superaron su egoísmo para entregar además de su esfuerzo diario para cambiar la sociedad, lo único realmente valioso que tenían: su vida.

P.D. En El Salvador, se realiza el juicio contra los militares que dirigían la Fuerza Armada de El Salvador, durante el operativo militar que realizó la masacre de "El Mozote", con excepción de "El Faro", los medios de comunicación y noticiosos guardan silencio. Puede leer lo siguiente sobre el juicio: Antonio Pereira contra el Batallón Atlacatl; - El día cuando los ofendidos de El Mozote callaron a los militares; - El Mozote: el juicio que tambalea hacia la impunidad. En twitter puede seguir a Nelson Rauda @raudaz (periodista de El Faro que da cobertura al hecho)

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