miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿Cómo escribirte un poema, mi amiga del alma Edith?

Tendría que ser un poema de amor, no como el de Roque Dalton, ni como las Rimas de Bequer, tendría que ser un poema de amor al ser humano.

Tendría que describir el increíble ser humano que sos, la fortaleza que tenés, lo injusta que fue esta Patria contigo y sin embargo la seguís pensando. Habría que decir que te negó oportunidades, que te expulsó como lo ha hecho con más de un millón de hermanos y hermanas. Pero tu sigues fiel a ella, vienes cada tanto y es porque la sigues queriendo ¿Que no? Como diría Margarita.

Tendría que describir la sonrisa diáfana que siempre has tenido, y la madurez que ya de joven poseías, de lo duro que ha sido salir adelante, pero que tu sonrisa sigue siendo sonora, sin miedo, como que las penas jamás te tocaron.

Tendría que contar que te conocí en el bachillerato, tu pelo enormemente largo, tu alegría siempre presente, y la amistad que brindabas a todos tus compañeros. Que formaste un trío muy especial junto a Margarita y Claribel, que cuando me hacías una broma que no entendía, te disculpabas con un “Minerito chulo” porque las palabras cariñosas te brotaban naturales, porque nunca has tenido dobleces, la sinceridad ha sido siempre tu marca personal.

Tendría que mencionar el dolor que causó tener que dejar la casa para crecer intelectualmente, de la desconexión que se nos dio cuando te fuiste a la Escuela de Trabajo Social y yo al Tecnológico y nos veíamos muy esporádicamente los fines de semana en Santa Ana. Y tu paciencia cada fin de año, cuando llegábamos a tu casa con Margarita, la paciencia que me tenías para que me desahogara y allí reponer energías para un nuevo año, que nadie sabía si finalizaríamos.

Tendría que contar la alegría que causas cuando vienes, de lo bien que lo pasamos, de las confidencias que nos compartimos, porque a pesar del tiempo que no nos vemos, que ya suman muchos años, tu sonrisa está siempre presente, tu alegría, tu sensatez siguen siendo presencia diaria, porque yo jamás olvidaré, que un día, cuando la decepción acudía a mi vida y pensando en lo difícil que se estaba poniendo te dije que la verdad me daban ganas de irme y de inmediato me dijiste: “yo te llevo”. Así de simple, sin pensar en el costo, los trámites, nada. Así sos vos, ¿Cómo podría yo escribir un poema que dijera la maravillosa mujer que eres, del cariño que siempre tienes para todos, pero muy especialmente para nuestro querido Jimmy, tu esposo, tus hijos, tus padres y la negra y su esposo? Quisiera, pero no puedo, y como toda mi vida ha estado ligada a la música, mejor le pido a Roberto Carlos que te diga lo que sos para mí, solo hay que cambiarle el género, pero esa eres tu: mi amiga del alma.

Tu eres mi hermana del alma, realmente la amiga,
que en todo camino y jornada estas siempre conmigo.
Aunque eres una gran mujer, aun tienes alma de niña,
Aquella que me da su amistad, su respeto y cariño

Recuerdo que juntos pasamos muy duros momentos
Y tu no cambiaste por fuerte que fueran los vientos
Es tu corazón una casa de puertas abiertas
Tu eres realmente la más cierta en horas inciertas.

En ciertos momentos difíciles que hay en la vida
Buscamos a quien nos ayude a encontrar la salida
Y aquella palabra de fuerza y de fe que me has dado
Me da la certeza de que siempre estuviste a mi lado

Tu eres mi amiga del alma en toda jornada
Sonrisa y abrazo festivo a cada llegada
Me dices verdades tan grandes con frases abiertas
Tu eres realmente la más cierta de horas inciertas.

No preciso ni decir todo esto que te digo,
Pero es bueno así sentir que eres tu mi gran amiga

No preciso ni decir todo esto que te digo,
Pero es bueno así sentir que tengo una gran amiga



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