domingo, 29 de agosto de 2010

Indocumentados masacrados

Pienso y siento en mi interior,el dolor de las familias de los hermanos que buscando alimentar a su familia y hacer realidad sus sueños, encontraron la muerte.

Quisiera poder tener la palabra màgica, para suavizar ese dolor; y recuerdo que la pobreza te enseña a manejar el dolor de otra manera, te endurece y al final te hace "entender" que es porque Dios quiere y allì está el consuelo para todo.

¡Carajo! pareciera que nunca vamos a dejar de ser los eternos indocumentados tristes, de hecho los màs tristes del mundo, estamos condenados a seguir siendo los cosidos a balazos al cruzar la frontera, lástima que ya no somos los primeros en sacar el cuchillo.

1 comentario:

contrapoder dijo...

"Lástima que ya no somos los primeros en sacar el cuchillo"... Buen punto. Al contrario, cada vez da más la impresión de que los gobiernos prefieren la diplomacia como un fin en sí mismo que las relaciones diplomáticas que permitan interlocución entre dos pueblos y resolver sus problemas mutuos. Funes se contenta con que Calderón le dé audiencia. Y, claro, además es tirar la pelota al campo ajeno cuando a él, como presidente del país, le toca patearla. Pero en lugar de patearla propone una burla de diz que reforma fiscal para no ofender a los ofendibles.