lunes, 15 de marzo de 2010

Riñas estudiantiles: Yo tengo una teoría

Ingresé al Bachillerato en el Instituto Nacional de Santa Ana (INSA) en 1975, el 30 de julio se da la masacre en San Salvador, por esos días surge ya el "Frente Revolucionario de Estudiantes ´Luis Moreno´" (FRELM)que era ya el primer frente abierto de una de las guerrillas. Para 1977, sobre todo luego de las elecciones se hacía evidente que el camino para hacer cambios, no eran las elecciones.

Se inicia en los institutos nacionales un trabajo que obtuvo como recompensa una militancia arrojada y leal (características propias de los adolescentes) las organizaciones estudiantiles en secundaria crecieron exponencialmente: Movimiento Estudiantil Revolucionario de Secundaria (MERS); Ligas Populares de Secundaria 28 de Febrero (LPS-28) y la Asociación Revolucionaria de Estudiantes de Secundaria (ARDES); se convirtieron en autoridades alternas en los institutos. Aun cuando las diferencias ideológicas que se daban entre ellas, llegaron a violencia (como cuando como LPS-28 nos tomamos el Instituto Técnico Industrial y fuimos atacados por el MERS, que eran amos y señores del instituto) está (la violencia) se limitó a empujones, silbidos, abucheos, buscaban reducirte con su presencia. Francamente no recuerdo golpes.

Esto era por principios: en el ERP previo a entregar una "chinga" te daban una charla y esto incluía una regla inviolable: Nunca se apunta un arma, ni en broma, cargada o no, hacia un compañero, propio o de otra organización revolucionaria, o hacia un lugar en el que sabemos que se encuentran compañeros.

La fuerza que adquirieron las organizaciones estudiantes de secundaria en los Institutos Nacionales llevó incluso a que se les reconociera presencia, a que tuvieran locales (cada organización su propio local) dentro de las instituciones, algunas organizaciones los construyeron, otras tomaban bodegas o espacios abandonados y los convertían en sus locales, pero, al menos en San Salvador y Santa Ana, en los principales institutos nacionales las organizaciones tenían presencia.

Y lo lógico pasó: dejando de lado los empujones, "chifladas" y chifladuras, las organizaciones de secundaria se hermanaron.

Y cuando la guerra ya se venía, el régimen volvió la mirada a los Institutos y los institutos nacionales fueron tomados, en principio por el ejército, posteriormente por el sistema y entonces, aquella hermandad que existía en los Institutos se fue convirtiendo en una estúpida competencia de cinchos, camisetas, insignias, pines y cualquier cosa que sirviera para identificar a unos de otros.

Es mejor que dos "bichos" se peleen por un pin, por una camiseta, en lugar de que se sienten juntos a pensar porqué, a pesar de que sus padres trabajan los dos, más de ocho horas diarias, la plata no alcanza; mejor que "rifen" instituto en lugar de que griten consignas revolucionaras como sus predecesores; y en este jueguito, el problema es que se les fue de la mano, o mejor dicho, dejaron que creciera tanta para no poder controlarla.

Esa es mi teoría que esto no es casual, es un evento consciente para evitar que la normal rebeldía de los jóvenes, para que esa natural aspiración de cambiar el mundo para hacerlo mejor, se convierta en una lucha estúpida por un cincho, por una camiseta, una violencia sin sentido y tan irracional que incluso los está llevando a matar.

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